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Excarabinero condenado a 20 años de cárcel por asesinar a su pareja

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Presidio mayor en su grado máximo, es decir, 20 años de cárcel, es la condena que recibió el excarabinero a quien el Tribunal Oral en lo Penal declaró de forma unánime, culpable por el homicidio de la estudiante Paulina Miranda Leiva (20), ocurrido en octubre de 2012.

A la lectura de sentencia sólo acudieron el fiscal de la causa, Carlos Lillo y, el abogado querellante del Sernam, Carlos Rivero. El condenado y su defensa se excusaron de no asistir, por lo que en la sala 1 del tribunal estaban los padres, amigos y familiares de la fallecida, junto a algunos cercanos del acusado.

El magistrado leyó el documento en el que detalló la condena a Ismael Fabricio Castillo Castro, de 28 años. Además de los años en prisión, la sentencia precisó que el excarabinero no recibirá ningún beneficio, debido a la alta sanción.

Incluso el tribunal dispuso el decomiso de la pistola semiautomática marca Taurus 9 milímetros, desde donde salió la bala que impactó en la cabeza de Paulina. Desde que fue detenido en diciembre de 2012, Castillo Castro lleva 15 meses en prisión, tiempo que será abonado a la sentencia dictada.

Tranquilidad porque se hizo justicia. Esas fueron las primeras declaraciones en las afueras del tribunal de Juana Leiva, madre de la víctima, cuyo caso en principio se investigó como un suicidio.

"Se limpió el nombre de mi hija, él tenía que pagar porque la destrucción que hizo en mi familia fue muy grande", sostuvo Leiva. Agregó que los 20 años de cárcel eran lo que esperaba, ya que nunca creyeron que la estudiante de gastronomía se suicidara.

"Era esforzada y emprendedora, su único error fue fijarse en la persona equivocada. Nadie me devolverá a Paulina y espero perdonar esto en algún momento", dijo la madre.

El fiscal Carlos Lillo manifestó que la pena solicitada por el Ministerio Público era la de presidio perpetuo simple. Aunque explicó que en estricto rigor, la diferencia es que el imputado podía optar a algún beneficio a partir de los 20 años.

"Estamos conformes con la sentencia, el presidio mayor en su grado máximo es una de las penas más altas que ha aplicado este Tribunal Oral", precisó el persecutor.

Esta condena por el delito de femicidio es la primera de su tipo aplicada en Antofagasta desde que se promulgó la ley en 2010. A nivel regional es la segunda, tras un caso ocurrido en Calama en 2012.

Carlos Rivero fue abogado querellante del Sernam que representó a la familia de la joven estudiante.

El profesional dijo que "este era un caso complejo, donde fueron importantes los esfuerzos de la Fiscalía, la PDI y el Centro de Atención a Víctimas de Delitos Violentos, que brindó ayuda sicológica a los familiares de Paulina".

El juicio a Castillo fue realizado la semana pasada y en el primer día en tribunales el imputado negó su participación en el hecho, explicando que la joven se suicidó mientras él dormía en la residencial de calle Bolívar esquina Condell.

Al despertar y ver el cuerpo en el suelo, tomó el arma y la dejó en la cama, pidiendo ayuda médica. Más tarde, Paulina murió en el Hospital Regional.

Sin embargo, durante el juicio el peritaje de trazas metálicas realizado por la PDI, determinó que en las manos de la fallecida no había rastro de los químicos que libera un disparo. Pero en el caso del condenado, se hallaron en cantidad mínima, lo cual calza con el hecho de que lavó sus manos por una herida cortante.

La defensa ahora tiene un plazo de 10 días para revisar la sentencia y si amerita, recurrir a la nulidad del juicio.