Poesía en el desierto
Desparramamos poesía, brindamos por el acto creativo, hicimos un minuto de silencio por los muertos y los prisioneros del campo de concentración y caminamos, empapándonos de tierra y desierto. Todo esto, con motivo del cierre de nuestro Taller Literario de la Universidad de Antofagasta, que concluyó con un viaje a Chacabuco y luego a Pampa Unión.
La comitiva estuvo compuesta por las académicas Olga Grandón Lagunas y Marcela Prieto Ferraro, los estudiantes del taller, un colega que registró audiovisualmente la actividad y el autor de esta Linterna. Fue un viaje cargado de textos de Andrés Sabella, Juan Panadés, Mario Bahamonde, Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Jorge Montealegre, este último recordado especialmente con su vibrante poema "El Choquero", escrito en plena prisión en Chacabuco.
Recorrimos durante todo un día esos lugares, constatando de paso el deterioro imperdonable y el saqueo cada vez más sistemático que ha sufrido Pampa Unión, donde se acumula la basura tóxica que van a depositar las empresas aledañas sin que nadie haga nada al respecto, dejando -una vez más- la evidencia del escaso o nulo compromiso que se tiene con nuestro legado, nuestra memoria y nuestros antepasados que estuvieron creando Patria en el desierto.
En Chacabuco, en cambio, las emociones fueron otras. Sentimos el sonido del silencio, leímos con respeto los cientos de mensajes que quedaron en los muros de las casas donde estuvieron los presos políticos, declamamos delante del mural que genera encontradas sensaciones estéticas y fuimos tras la réplica que quedó en un tronco de un añoso árbol de "El Grito", de Edward Munch, donde se confunde para siempre el terror con el arte.
Un día completo dedicado a la poesía, al recuerdo y el deseo de enseñarle a las nuevas generaciones que la palabra -la magnífica palabra- es lo único que nos sucederá tras nuestra partida, despojada de oropeles y de vanidades. En la vastedad calcinante de esa pampa, reforzamos nuestro respeto por el acto poético.
Víctor Bórquez Núñez