Evalúan retrasar el ingreso a clases por las quemas ilegales
El impacto de las quemas ilegales en tres colegios, motivó la reacción del recién asumido seremi de Educación, Juan Carlos Vega, quien anunció posibles modificaciones en los horarios de ingreso de los alumnos afectados en el sector norte de Antofagasta.
Según denunciaron los propios estudiantes, así como directores de los colegios, el mal olor que generan las fogatas que desconocidos encienden cerca del basural se encapsula en las salas de clases, provocando nauseas y dolores de cabeza, sobre todo en la mañana.
El seremi de la cartera manifestó ayer que tomará contacto con los tres directores de los establecimientos educacionales afectados, a fin de estudiar la posibilidad de implementar un horario distinto para el estudiantado.
"Hemos pensado en la modificación del horario de ingreso a los colegios (…) Es decir, que en lugar de entrar a las 8 horas, ahora lo hagan a las 9 horas", dijo Vega.
El personero explicó que la modificación permitiría que el humo tóxico que llega a los colegios se disipe ante de la llegada de los estudiantes, reduciendo las molestias para ellos y también para los educadores.
Eso sí, Juan Carlos Vega aclaró que el cambio de hora de entrada sería por un tiempo breve. Sólo hasta que las autoridades respectivas ejerzan un control real de las quemas ilegales en la zona.
"Lo más importante es que hay que solucionar la quema de neumáticos, porque el problema real está allí, y esa responsabilidad compete a la municipalidad", agregó.
La seremi de Salud, Lila Vergara, dijo que la medida planteada por la autoridad de Educación apunta al bienestar de los estudiantes. "Por nuestra parte, como autoridad sanitaria, vamos a programar una reunión de trabajo con los directores de los recintos educacionales", acotó la seremi.
En total son 3.461 alumnos los que respiran el humo tóxico proveniente de las quemas ilegales, que persisten en el sector norte, pese a las sanciones y las advertencias de las autoridades.
Ayer, este Diario dio a conocer las molestias que la situación genera a los jóvenes, muchos de los cuales, además, viven en zonas afectadas por las persistentes quemas.