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Antofagastinos piden a nuevas autoridades reabrir la piscina

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Junto con el día comenzó el otoño 2014 o, dicho de otra manera, ayer se acabó el verano de la temporada, porque hoy es 21 de marzo.

¡Tremenda novedad!, dirá usted, con justa razón.

El caso es que la época estival pasó sin gloria pero sí mucha pena para la ciudad en lo que a disfrutar de las cálidas aguas de la Piscina Olímpica "Doctor Edmundo Ziede A-bud" se refiere.

Ocurre que el recinto de la calle Condell está cerrado desde junio del año pasado y por el momento no se vislumbra siquiera que esté listo para el verano 2015.

¿Por qué el comentario tan perentorio? Porque no vemos por ningún lado que vaya a ser reparada en sus deterioros tan básicos que cuestan apenas 30 millones de pesos. Es el precio equivalente a la reapertura del refrescante lugar.

Se imagina usted soñar de nuevo con que se lleve a la práctica la remodelación que se tenía en carpeta en 2013 por un costo aproximado de $850 millones. Hablamos de antes de la mitad del último año.

Ahora, dado la antigüedad de la gran pileta, como muchos piensan, para todos parece ser necesario que habrá que derribarla y hacer una nueva, con la tecnología de hoy, olvidándonos de la que había a mediados de del siglo anterior.

Porque, si con los materiales de entonces la edad de la popular piscina borde las seis décadas, es posible imaginar que con las herramientas de hoy hasta podría perdurar un siglo.

¿Qué sucede en estos días con la "Doctor Edmundo Ziede A-bud", justo cuando terminó el verano y parte el otoño?

El director del Instituto Nacional de Deportes (IND) Regional Antofagasta, Armin Altamirano -ese organismo es responsable de la Piscina Olímpica-, comentó que un ingeniero revisó el recinto y opinó que lo mejor es construir una nueva.

"Lo que pasa es que la vida útil de los materiales de construcción con que se hizo la pileta ya no soportan el rigor del tiempo. Incluso, hacer las reparaciones menores que impedirían perder tanta agua como sucedía hasta que la cerramos, no nos otorga la seguridad que no se deteriorará de nuevo en poco tiempo", dijo.

"Además, si hubiéramos hecho las remodelaciones por $850 millones que se tenían pensadas y después hubiesen aparecido las grietas por donde se filtraba el agua y que nos hicieron cerrarla, las críticas habrían sido peor", reflexionó Altamirano.

Mientras, la comunidad no sólo reclama por la poca previsión que hubo en el tema, quiere que las nuevas autoridades hagan lo necesario para reabrir la piscina y comience a planificar una más en otro lugar, "porque Antofagasta y su gente han crecido mucho y ya no son las de hace tanto tiempo. Quienes más la necesitan son los deportistas".

"Me parece increíble lo que pasa con nuestra querida piscina. Los responsables deben solucionar tremenda carencia".

"Yo prefiero la piscina porque soy miedosa del mar y este verano no pasó nada. Se ve poca seriedad en su mantención".

"Tenemos una costa llena de roqueríos y nos cierran la piscina. Esta claro: Antofagasta ya necesita de una segunda piscina".

"Muy mal que esté cerrada, porque nadadores y waterpolistas no tienen dónde entrenar. Hay que hacer otra piscina".

"Las autoridades deben tomar cartas en el asunto. Y no sólo eso: construyan otra, porque la ciudad ha crecido mucho".

¡Oh, el sistema!

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¡Hola, amigos! En los inicios de nuestro Antofagasta Portuario nos podíamos permitir y perdonar muchas cosas, porque no teníamos idea de lo que era el fútbol profesional. Quizás la novedad y el desconocimiento hicieron cometer muchos errores a los dirigentes que, ingenuamente, pensaban que esto era igual que el fútbol amateur.

Ello, porque aquellos primeros jugadores eran todos (salvo dos) pertenecientes a la Selección de la AFA, que lo único que sabían era que los partidos se juegan para ganarlos.

¡Claro, era otro fútbol!

Nadie se preocupaba de las tácticas, que con dos o tres arriba, que él media punta, o los periféricos.

¡No! Cuando se tiene la pelota se "ataca" y cuando la tienen los rivales se "defiende", así de simple.

Hoy la cosa es muy diferente y cada técnico tiene su propio discurso. Lo divertido es que todos hablan del sistema, 4-2-4; 4-3-3; 3-5-2, etc., que juegan con tres en punta y que atacan permanentemente, que usan laterales volantes, etc.

"Verso… puro verso".

¿Creen ustedes que la cosa es tan fácil? Por supuesto que no. Nada de fácil.

Cualquier sistema es bueno siempre que los jugadores lo entiendan y lo dominen, y lo lleven a la práctica, claro, punto que en algunos no parece obvio.

Ahora, para dominarlo deben practicar mucho, infinidad de veces, no es cosa de un par de entrenamientos.

Me da vergüenza ajena, cuando algún técnico dice de la noche a la mañana que va a cambiar el sistema. El sistema es sólo un referente, es la pelota la que manda y el equipo se tendrá que mover en función de quién la tiene y en qué sector del campo ella se encuentra.

¿Podrá un técnico predecir en qué sector de la cancha se encontrará el balón en un momento del juego? ¡Imposible! Los jugadores se tienen que ubicar de acuerdo al balón.

Por eso, Alfredo Di Stéfano, en 1964, dijo: "El sistema de juego no existe, es un invento de los que no entienden nada de fútbol".