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Dos nuevos sismos sacuden la zona norte y generan preocupación

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Dos nuevos sismos, uno de baja y otro de mediana intensidad, se percibieron ayer entre las regiones de Arica y Parinacota y Antofagasta, apenas dos días después del registrado el domingo en esa zona.

Según informó el Centro Sismológico Nacional (CSN), el primero se reportó a las 18.27 y tuvo una magnitud de 5,7 grados Richter. El movimiento se produjo a 87 kilómetros al oeste de Iquique y tuvo una profundidad de 38 kms, de acuerdo con un reporte del CSN.

La Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) detalló que las intensidades fueron de Codpa y Mamiña: III; Arica, Alto Hospicio, Huara, Iquique, La Tirana, Camiña, Pica, Pozo Almonte y Quillagua : IV; Cuya y Huara: V.

En un informe preliminar, Sismología había informado de una magnitud de 6,0 grados Richter, cifra que luego fue bajada a 5,7 grados.

El Servicio Sismológico de EE.UU. (USGS), en tanto, reportó que el sismo alcanzó los 5,6 grados Richter.

Minutos después, a las 18.55, se registró otro temblor, esta vez de 4,6 grados Richter. Su epicentro se ubicó a 83 kilómetros al suroeste de Pisagua y tuvo una profundidad de 28,6 ilómetros.

La Onemi indicó que no se reportaron daños a personas, alteración a servicios básicos o infraestructura producto de estos sismos.

En tanto, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa) indicó que las características de los sismos no reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile.

El sismo del domingo registró una intensidad de 6,5 grados Richter, según el CSN, aunque el Servicio Sismológico de EE.UU. (USGS) habló de 6,7 grados en la misma escala.

El sismo del domingo obligó a las autoridades de emergencia a emitir una orden de evacuación entre Arica y Tocopilla, además de las islas Juan Fernández y San Felix, en la Región de Valparaíso. Unas 100 mil personas fueron evacuadas en total. La alerta preventiva de tsunami fue levantada tres horas después del movimiento. Sin embargo, las réplicas no se han detenido.

Durante esta semana, varios sismólogos han advertido que el sismo podría ser un "precursor" de otro mayor en la zona norte del país, debido a la gran cantidad de energía acumulada por las placas tectónicas. Incluso, el académico y sismólogo de la Universidad de Chile, Mario Pardo, se aventuró a predecir uno mayor al que afectó a la zona centro sur el 27 de febrero de 2010, pronosticando queéste podría tener una magnitud de casi 9,0 grados en la escala de Richter.

Esto porque, según explicó Pardo, la energía liberada durante el sismo del domingo no es una liberación "importante", sino que "bastante marginal comparada con la energía que está acumulada en el interior de la tierra". "Estamos esperando un terremoto de magnitud del orden de 9, esto es una zona de 500 kilómetros por 200 kilómetros de ancho, que se debiera mover más de 10 metros (entre las placas)", dijo ayer a radio ADN.

El director del CSN, Sergio Barrientos, explicó que "este tipo de temblores tienen bastantes réplicas y eso es lo que se ha dejado sentir durante las horas siguientes". "Es esperable que ocurran estas réplicas y van a seguir ocurriendo por las próximas horas", aseguró el sismólogo en una entrevista con el portal Terra.cl

"El escenario más probable es que estas réplicas vayan haciéndose cada vez menos frecuente en el tiempo y algunas de ellas alcancen magnitudes importantes, que sean sensibles, durante por lo menos unos días. Sin embargo, uno no puede descartar algún tipo de escenario; que esto puede ser considerado un sismo precursor de otro mayor, en otra región o cercano a donde están ocurriendo los temblores", explicó el experto.

Cerca de 150 réplicas se habían registrado hasta ayer al mediodía tras el fuerte sismo de 6,7 Richter que se registró la tarde del domingo en la Región de Tarapacá. De acuerdo con información publicada ayer por el Centro Sismológico Nacional (CSN), sólo el lunes se registraron más de cien temblores en esa zona. Todas las réplicas han tenido epicentro en el mar frente a las costas de Iquique, en la misma zona del sismo principal.

Minsal: marihuana no es una prioridad pero sí un tema país

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Luego de que anunciara que la marihuana "probablemente" dejará de ser considerada "droga dura" durante la administración de la Presidenta Michelle Bachelet, la ministra de Salud, Helia Molina, señaló ayer que si bien modificar el estatus legal de esta sustancia no es una prioridad del Gobierno, sí es un tema país que hay que abordar y "ver los elementos que se pueden modificar".

La secretaria de Estado comentó así el debate que ella prevé que se viene en torno al tema, tras las declaraciones que formuló en orden a que la cannabis sativa "probablemente" dejará de ser considerada una droga dura, modificándose para ello la ley 20.000.

"No es que sea un eje de programa de Gobierno el tema de la marihuana, pero es un tema que hay que tratarlo, y es un tema intersectorial, no es un tema de salud nada más, tiene que ver con Interior, con seguridad, con salud pública", aseveró.

La ministra Molina señaló que "hay que analizar las leyes y ver cuáles son los elementos que se pueden modificar", añadiendo que "pero eso hay que trabajarlo en conjunto con el Ministerio de Interior y eso no está en este momento en la tabla más urgente".

"Dentro de lo que es el programa de Gobierno en salud de la Presidenta Bachelet, no es una prioridad, pero es un tema país que yo creo que hay que avanzar en eso", puntualizó.

El diputado del movimiento Amplitud, Joaquín Godoy, valoró ayer la propuesta de reclasificar a la marihuana. "La marihuana, a nuestro juicio, no es una droga dura. Las drogas duras son las que tenemos que combatir con mayor fuerza y energía, como la pasta base", sostuvo Godoy.

Godoy dijo que "tenemos que estar acorde no sólo a los desafíos del futuro, sino también a las cosas razonables". "Tenemos que quitarle a los narcotraficantes el negocio, y eso significa implementar políticas que permitan que ellos no sigan mandando en la calle", añadió.