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31 directores de servicios dejarían cargos por decisión del gobierno

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Durante la jornada de ayer altas fuentes de gobierno confirmaron que la instrucción de La Moneda era categórica en relación a los cargos elegidos vía Alta Dirección Pública: "Todos serán sacados".

El tema también ha tenido eco entre los partidos y los nuevos ministros, que están dispuestos a cancelar las compensaciones necesarias para quedarse con los puestos.

En la región el primer cargo que se solicitó fue el de la directora del Servicio de Salud Antofagasta, Rina Cares, a quien ayer se sumó la directora de Sernatur, Irina Salgado.

"Cerca de las 16:30 horas, me llamó por teléfono el jefe de gabinete del nuevo director nacional del servicio y me dijo que se comunicaba conmigo para informarme que estaba haciendo efectiva mi renuncia y que le entregara mi teléfono celular y mi notebook a la encargada administrativa", contó la periodista.

Según las palabras de Irina Salgado, ella respondió a su interlocutor que, por tratarse de un cargo de Alta Dirección Pública, tenía que ser notificada formalmente, mediante un documento escrito, que debe provenir del director nacional y no de su jefe de gabinete.

"Me llama profundamente la atención que un sector político que se arroga la defensa de los Derechos Humanos y la importancia de las personas, notifique de esta forma a una profesional que lleva 12 años en el servicio público", sostuvo.

Lo que más siente Irina Salgado es que nadie revisó su cuenta de gestión, ni los resultados obtenidos por Sernatur. "Simplemente se tomó una decisión política", apunta.

De todas formas reconoce, que su cargo, pese a haber sido alcanzado a través del sistema de Alta Dirección Pública, tiene un grado de confianza. Por lo tanto, manifiesta que era esperable su despido.

En efecto, hace semanas se planteaba que la Dirección de Sernatur iba a ser una de las primeras en quedar vacantes por la activa participación política que Irina Salgado había tenido en el gobierno anterior.

Respecto a la contadora auditora Rina Cares, si bien no existía una afinidad tan marcada con sectores políticos, los problemas y atrasos surgidos en la construcción de los nuevos hospitales de Antofagasta y Calama la convirtieron en permanente blanco de críticas.

A nivel de partidos y también de personeros cercanos a los parlamentarios de la Nueva Mayoría, ayer se decía que la salida de Cares y Salgado era el principio de un proceso que se extendería por semanas y que significaría, posiblemente, una total renovación en los cargos concursados de la administración pública regional.

El intendente Valentín Volta dijo desconocer la existencia de algún instructivo que ordene la remoción de los cargos de alta dirección pública, puntualizando que lo único que se ha señalado es que la continuidad de los profesionales contratados bajo esta modalidad se estudiaría "caso a caso".

Volta aclaró que como máxima autoridad regional no tiene facultades para pedir renuncias en dichos puestos.

"De acuerdo a la ley, el intendente no tiene facultades para provocar la remoción de esos cargos. Eso se ve en cada dirección nacional de servicio", manifestó.

Para el senador independiente Alejandro Guillier, la postura de evaluar cada caso es la más idónea, y la que comparten todos los parlamentarios.

"Nosotros somos partidarios de que se evalúen los desempeños y cuando se estime necesario, después de los sumarios, fiscalizaciones y auditorias pertinentes, y sólo una vez que se despejen las responsabilidades, se concursen todos los cargos. Lo que es bueno, porque permite que varias personas postulen", señaló.

En la región existen 31 cargos en el sistema de Alta Dirección Pública. Se trata de todos los directores de servicio, más los directores de hospitales.

Dicho sistema establece que los cargos tienen una duración de tres años y pueden ser renovados hasta dos veces, por igual plazo.

Los elegidos mediante este procedimiento son funcionarios de exclusiva confianza, es decir, su renuncia puede ser solicitada en cualquier momento por la autoridad facultada para su nombramiento.

La ley también señala que, en caso de solicitud de renuncia, los funcionarios tienen derecho a una indemnización por cada año de servicio, con un máximo de seis.

El director de Sernac, Marcelo Miranda, dijo no haber recibido noticias de posibles cambios. Por lo menos esa era su situación la tarde de ayer.

Armin Altamirano, director del Instituto Nacional de Deportes, tampoco estaba al tanto de una eventual remoción, indicando que a su escritorio "no ha llegado ninguna solicitud de renuncia".

En otros servicios el panorama no era distinto, aunque los rumores de pasillo crecían. Es el caso del Hospital Regional, donde ya se especulan nombres para el cargo que hasta hoy ocupa el médico cirujano, Juan Pablo Mattatall.

"Cerca de las 16.30 horas, me llamó por teléfono el jefe de gabinete del nuevo director nacional del servicio y me dijo que se comunicaba conmigo para informarme que estaba haciendo efectiva mi

renuncia".

Irina Salgado Gómez Directora Sernatur Antofagasta

Atrasos y cambios en gabinete complican al nuevo intendente

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Decir que el proceso de instalación del nuevo Gobierno Regional ha sido complejo y desordenado parece no hacer justicia con lo que realmente ocurre. Y el mejor ejemplo se produjo ayer.

Durante toda la jornada se anunció desde la Intendencia el inminente nombramiento de los nuevos integrantes del gabinete, pues sólo faltaba afinar algunos detalles, cosa que finalmente no sucedió.

Nuevamente diferencias entre lo que propone la región y los intereses de los ministerios en Santiago, pusieron en aprietos al intendente Valentín Volta, quien aún logra conformar su equipo de trabajo y, peor aún, muestra señales de no ser el que está tomando las decisiones finales.

El jefe regional convocó ayer a una conferencia de prensa donde supuestamente revelaría la conformación del gabinete, poniendo así fin a varios días de anuncios no cumplidos.

La prensa llegó puntualmente a recabar la información, sin embargo, lo único que consiguió fueron explicaciones para una nueva demora.

El intendente señaló que la postergación obedece a que en Santiago los ministerios continúan revisando los antecedentes de los posibles titulares de cada cartera en la región.

"Por ejemplo, la ministra del Sernam (Claudia Pascual) se ha dado cuenta que no existe la debida representación femenina en todos los gabinetes regionales. Entonces solicitó que determinados gabinetes hagan los ajustes para incorporar a más mujeres", aseguró un nervioso jefe regional.

El senador Alejandro Guillier, quien momentos antes había realizado una visita protocolar al jefe regional, reveló que el gabinete está listo, salvo dos nombres que siguen en proceso de evaluación. Medio Ambiente y Agricultura serían las carteras por finiquitar.

"Espero que no se repita la experiencia de los gobernadores", acotó el periodista y sociólogo, aludiendo a los cambios inconsultos y de última hora en el nombramiento de los jefes provinciales.

Según los antecedentes que entregó el parlamentario y el propio intendente, el 80% de las autoridades regionales no se han desempeñado en el gobierno en cargos de primera línea, es decir, seremi o director regional de servicio.

Además, se dio a conocer que el gabinete está compuesto por personas con un promedio de edad de 40 años, de los cuales el 45% es mujer.

Casi al final de la jornada, una nueva señal de descoordinación del gobierno entrante. Aunque Valentín Volta aseguró que no se harían nombramientos parciales, desde Santiago se confirmaba al primero de los seremis. Se trata del ingeniero en construcción y excandidato a alcalde del PC, Waldo Valderrama, quien asume en Transportes.

La noticia llegó a través de un comunicado de prensa donde el propio Valderrama anunciaba su intención de trabajar en terreno para cumplir el programa de la Presidenta Michelle Bachelet.

El anuncio generó sorpresa en la Intendencia, primero por el solo hecho de haberse producido una confirmación y, segundo, porque Valderrama no habría estado en la última terna enviada a Santiago.

Al cierre de esta edición, en la Intendencia aún estaban a la espera de una explicación por lo que acababa de suceder.