El nuevo gobierno y el Chile del s. XXI
La simpatía de la Presidenta es una ventaja, pero no es lo único que ostenta la Mandataria. Esa faceta más desconocida será clave para este nuevo desafío.
Sin duda, Michelle Bachelet mantendrá su forma de abordar las materias de su cargo. Pero ello no significará que permanecerá al margen de la contingencia. En el Chile de hoy eso parece imposible.
Hace cuatro años, la entonces Presidenta Michelle Bachelet entregaba el cargo a Sebastián Piñera con una altísima aprobación ciudadana, que incluso llegó a 83% en la encuesta de la consultora Adimark-GfK. Ahora, la Mandataria recuperó el mando y la ciudadanía se ha formado grandes expectativas, no sólo por las demandas sociales, sino por las muchas promesas que realizó la Nueva Mayoría durante la campaña electoral.
Michelle Bachelet ha logrado una sintonía personal con la población, aunque durante su período esa aprobación no se traspasó a los políticos que la acompañaron en su mandato. El indicador de ser 'querida por los chilenos