Monos, loros y tortugas entre especies más incautadas
A pesar que ha disminuido el ingreso ilegal de mascotas a la región, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha podido detectar que aún este mercado negro sigue operando utilizando nuestras fronteras. Lo anterior obligó a aumentar la fiscalización en las aduanas, ya que este tipo de contrabando pone en riesgo la vida de especies que están en peligro de extinción.
"La labor en conjunto con Carabineros, Policía de Investigaciones y Aduanas es fundamental, ya que nos ha permitido desbaratar redes de tráfico de animales exóticos. Permanentemente estamos con una presión de ingresos bastante importante de animales", expresó el director de SAG Antofagasta, Alexis Zepeda.
En el año 2013 el SAG incautó en total 19 animales exóticos, de los cuales 13 eran loros tricahues provenientes de la zona centro sur del país, además de 6 monos.
No muy diferente se presenta el panorama en lo que va del año, ya que se han confiscado 11 tortugas de tierra y 7 aves en la región.
"En relación a los monos, el SAG no posee ningún tipo de establecimiento inscrito, ya sea centros de reproducción, rehabilitación, de exhibición o criadero legal como tenedores de fauna silvestre o exótica. Tampoco existe algún establecimiento en América Latina de donde provengan este tipo de animales, por lo cual todos los monos que ingresan al país son comercializados ilegalmente", destacó Zepeda.
En relación a la tenencia de animales silvestres o exóticos, estos deben ingresar al país con ciertos requisitos que el SAG ha establecido.
El más importante es que los animales deben tener un registro de identificación que certifica su origen, y que este provenga de algunos de los centros legales de venta, reproducción o rehabilitación de estas especies.
"Las personas sí pueden tener animales exóticos, pero el origen de los mismos debe ser acreditado, según el lugar de donde proviene y esté debidamente inscrito en el registro nacional de tenedores de fauna silvestre, donde su respectiva identificación debe ser acorde con los registros que mantiene el SAG", explicó Zepeda.
Las sanciones al comercio y a la tenencia ilegal de estos animales se traducen en multas desde 200 UTM y prisión en su grado medio.