No pudo haber epílogo más triste. Hinchas increpando jugadores, directivos poniendo la cara ante enardecidos fanáticos y guardias de seguridad que empujaban violentamente, coludidos con carabineros. Todos bajo la orden del gerente Marcelo Montiel, quien sin una cuota de cordura alentaba que la prensa escrita fuera desalojada prepotentemente, siendo desprovista a la fuerza de sus credenciales de la ANFP.
Una vergüenza y un triste final para un partido que no pintaba para desastre hasta que Juan Ignacio Duma marcó la única cifra del encuentro, ante la ya clásica desconcentración defensiva que sucumbió ante un contragolpe bien armado.
Hasta allí, todo parecía auspicioso, más cuando el equipo dirigido por César Bravo se generó varias ocasiones en la primera parte y afinó sus piezas, encontrando en José Pérez y Cristián Gaitán a agentes ofensivos punzantes, que se las ingeniaban para complicar a la defensa palestinista.
Mientras, la visita se instaló atrás tratando de hilvanar alguna carga con el tridente de Alejandro "Bocha" Carrasco, Renato Ramos y el propio Duma. Pero prácticamente no se acercaron, porque la presión ejercida en el medio terreno por "los zorros" generó el efecto deseado.
Y tuvieron ocasiones para liquidar la brega temprano. Primero con Altolaguirre que no alcanzó un centro del movedizo Álvaro López cuando estaba con el arco a disposición. Minutos más tarde, el incansable Gaitán recibió un balón a la entrada del área y desvía. Y antes de la media hora, el mismo trasandino se insertó en el área generando la primera gran tapada de Felipe Nuñez en la calurosa tarde calameña.
Hubo poco más que rescatar de este partido de local, salvo el dominio minero y la temprana lesión que sufrió Miguel Sanhueza - un "pancorazo" en su muslo izquierdo - el que provocó el ingreso de Juan Carlos Araya, uno que tendría problemas por su banda, jugando en una posición que no es la suya.
La segunda parte presagiaba un dominio persistente pero Palestino comenzó a salir y en un rápido contragolpe, Valenzuela dejó en ventaja a Duma frente a los centrales. Y este clavó un remate al primer palo de Contreras que fue inatajable. Allí se terminó el partido.
Con el pitazo final de Christian Rojas llegó el bochornoso epílogo. Hinchas increpando a los directivos de oposición Luis Astorga, Mario Avilés más el oficialista Carlos Espinoza, los únicos que se hicieron presentes en el estadio.
Mientras, algunos enardecidos fanáticos las emprendieron contra el plantel a la entrada del túnel, lo que provocó la rabia de Gabriel Méndez, quien quiso trepar la reja para responder los insultos. El propio mediocampista pediría perdón a la salida de camarines señalando que "uno se sale de las casillas pero el hincha que quiera puede venir a decirme lo que quiera en la semana porque los entiendo".
La directiva se reúne esta noche en la sede del club, donde debiesen formar la nueva sociedad anónima y comisión de fútbol. Estos debiesen ratificar a Jaime Pizarro como el nuevo DT minero. Un técnico que se encontrará con una crisis gigante dentro y fuera de la cancha.