Secciones

La vid y los sarmientos

E-mail Compartir

Osvaldo Maya Cortés

"Güiliberto" se puso denso. Dale un momento. Conversa algo con él. Tipo singular. ¿Se llamaría así? No sé. Amigo de sus amigos y eso era suficiente para apreciarlo. La conversación con él se reducía a un monólogo. Se sentía bien si alguien lo escuchaba. A veces lo hice.

Él, viejo maestro albañil; yo, adolescente y, un día, cuando tuve edad, en un bar calameño, con su copa en alto y tratando a su joven amigo de "prójimo", le deseó bienes para su vida, porque, según él, "Jesús dijo yo soy la vid y nosotros, los sarmientos".

La ocasión era propicia. Habló de otras cosas, tan o más importantes -creo que así las consideraba--, porque a cada instante, elogiándoselas, mis compañeros alzaban sus copas. Una, dos, tres… Hasta que, una voz aguardentosa pidió: ¡un aplauso! Por su duración y cálido reconocimiento, éste se impuso al discurso del orador.

Fue un momento especial. ¡Una verdadera festividad! (Aún era la época de la modesta "caña" bebida de pie, acodándose en el mostrador.)

El tiempo transcurrió. Un día, en el Evangelio de San Juan, leí "La vid y los sarmientos" (XV, 1-17). Todos los recuerdos fueron para "Güiliberto". Otra vez la vida nos había aproximado en su más compleja interdependencia. Para su existencia, tanto necesita la vid de los sarmientos como éstos, para fructificar, necesitan de la vid. Entendido esto, fácil se llega al fundamento del amor al prójimo. Era especial… vivía, practicaba y entendía eso de "Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. (…) Lo que os mando es, que os améis unos a otros."

Hoy, con credos religiosos que se sustentan a partir de diferencias, creando jerarquías convencionales; cuando al margen de la rectitud, cada cual se cree capacitado para negarle la esencia al prójimo -somos a imagen y semejanza de--, se echa de menos a algún "Güiliberto". Nada hará distinto a un hombre de otro a los ojos de una auténtica divinidad. Hoy, más que nunca, y por siempre jamás, creo que mi amigo entendía de estas cosas.