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La leyenda Rod Stewart cautivó con un espectáculo elegante y de clásicos

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Doce años tuvieron que pasar para que Rob Stewart por fin se parara sobre el escenario de la Quinta Vergara.

El escocés demostró que no hay rencores posibles ante una figura de su tamaño, que hoy intenta imprimir en calidad superior las mejores páginas de su pasado, para gusto de un público mayoritariamente adulto y con paladar de salón, que se siente a gusto cuando nota que se ha cuidado cada detalle.

En ese contexto es que circularon temas propios y ajenos, como "Some guys have all the luck", "Tonight's the Night" y "Rhythm of my heart", aunque la celebración entre la audiencia estuvo reservada sólo para los clásicos y los más encendidos.

Así, "Young turks", "Baby Jane", "Forever Young" (junto a su estupenda hija Ruby) y "Da ya think I'm sexy?" encontraron avasalladora respuesta, al igual que la íntima "Talk about it", una de las que interpretó junto a un septeto chileno de cuerdas.

En el humor Gigi Martin sabía que la tarea no sería fácil luego del traspié que sufrió su colega Ruddy Rey.

Sin embargo, el excompañero Mauricio Flores supo ganarse al "Monstruo" con una rutina de café concert y stand-up comedy llena de chispa que le permitió llevarse los cuatro premios que entrega el certamen viñamarino.

La fiesta culminó con todo el sabor de la Sonora Palacios quienes aprovecharon de celebrar arriba de la Quinta sus 50 años de carrera musical.