Galpón, un desprecio a la salud
"Esperamos que los tribunales de justicia y las nuevas autoridades velen por un cambio empresarial".
La Empresa Minera Sierra Gorda aprobó un Estudio de Impacto Ambiental entre Sierra Gorda y Mejillones, con participación ciudadana y medidas de mitigación, proponiendo, entre otras, trasladar concentrado de cobre a través de un mineroducto desde esa localidad hasta el barrio industrial de Mejillones, aprovechando la fuerza gravitacional y que no generaría emisiones CO2 ni congestión vehicular.
Después de cuatro meses, el aparato público regional aprueba dos Declaraciones Impacto Ambiental (oficio donde la empresa declara que no generará contaminación), la presentan dos empresas ajenas a la minera, sin explicar el por qué de los cambios; el FCAB, propone que el traslado del concentrado será por trenes, desde Sierra Gorda al puerto de Antofagasta y ATI propone un terminal ubicado en la ciudad con un galpón de 90.000 toneladas métricas, sin definir el origen del concentrado, con accesos para camiones y trenes.
Una tercera declaración, cambia el Estudio de Impacto Ambiental aprobado, incorporando las declaraciones aprobadas de FCAB y ATI. Con estos hechos queda en evidencia:
- La ilegalidad del actuar de gran parte del aparato público regional.
- Falta de responsabilidad con la calidad de vida y salud de toda una ciudad, por parte Sierra Gorda SCM, ATI, EPA y FCAB.
- La no existencia de planificación de la logística portuaria regional, que hace competir Mejillones y el Puerto de Antofagasta por la carga a granel contaminante.
- No hay prioridad de la autoridad central por la salud y calidad de vida de nuestra ciudad. Recientemente, a petición de la EPA, se aprobó la ampliación del puerto de Antofagasta por Decreto Supremo del Ministerio de Transportes, que permitirá sumar 150.000 m2 para el acopio de concentrado de cobre, se agrega la solicitud en trámite de convertir La Chimba en un sitio de acopio y embarque.
- Falta de compromiso de los políticos recientemente elegidos de no sumarse a esta problemática trascendente para el futuro de la ciudad, con la gran excepción de la diputada electa Paulina Núñez.
Esperamos que las empresas desistan de este actuar perverso, de desprecio a la salud y la calidad de vida de toda una ciudad y que los tribunales de justicia y las nuevas autoridades velen por un cambio de conducta empresarial.
Arquitecto