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Los Zoffoli cumplen 129 años desde su llegada de Italia

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Carlos Zoffoli Vilani llegó desde Cesena, un pueblo ubicado en el norte de Italia. Traía tantas ilusiones y esperanzas. Quería tener una nueva vida en esta desértica tierra. Cumplió con creces su meta.

Desde que arribó a la zona comenzó a trabajar sin descanso. Como era tradicional en esos años, se dedicó al comercio. Iba de un lado a otro hasta que pudo tener un local. Era 1885.

Estando en Antofagasta, seis años después se casó con Elvira Montenegro. Ella era de San Felipe pero contrajeron nupcias aquí (1891).

El matrimonio fue bendecido con la llegada de cinco hijos, Carlos, Julio, Italina, Filomena y Julia. La pareja se esforzó por darle lo mejor a sus hijos, pero al cabo de algunos años Carlos falleció a causa de la peste bubónica.

Marianella Zoffoli destaca y recuerda la historia familiar. Resaltó el legado del bisabuelo, un hombre que se caracterizó por su honestidad a toda prueba, rectitud y por ser dueño de grandes valores. "Ese fue el legado que dejó a sus hijos, sus nietos, sus descendientes", dice orgullosa.

Carlos Zoffoli tenía sólo 45 años cuando murió, por lo que su familia quedó devastada. Por eso, su hijo Julio, que estaba estudiando en el Instituto Comercial (contador) debió abandonar los estudios para poder ayudar a su familia para sacarla adelante.

Julio Zoffoli tenía una personalidad muy especial. Poseía un sentido del ahorro, del progreso, de la honradez.

"Con el abuelo muerto la familia tuvo algunas apreturas, entonces él le prometió a su madre comprarle una casa. Antes de los 20 años cumplió con su promesa. El trabaja en muchas partes, era repartidor de leche, hacía mandados, repartía diarios, lo que fuera él lo hacía. Le gustaba trabajar y ahorrar dinero para cumplir con sus sueños", sostuvo Marianella.

Fue así que pudo comprar la casa para su madre. Dejó sus estudios para dedicarse de lleno al trabajo.

Nació el 16 de diciembre de 1896 en Antofagasta, en calle Bolívar. En 1914 se retiró del Instituto Comercial, y entró a trabajar como junior pasante en una empresa de la zona.

Pasó luego a ser jefe de juniors, ayudante de la contabilidad, facturero, calculador de costos, ayudante del contador, contador provisional hasta llegar a ser contador definitivo. El se caracterizaba por ser un hombre extremadamente honrado.

Luego se incorporó a otra compañía en el cargo de gerente. Por sus méritos fue traslado a la gerencia en Santiago.

Retornó a Antofagasta donde concluyó su vida laboral, después de 46 años dedicado al rubro de la contabilidad y administración de empresas. Desde los 17 años formó parte del Partido Radical de Antofagasta. Ocupó diversos cargos directivos. Fue elegido Regidor en 1945, tuvo un segundo período en 1948 y un tercer período en 1951. Desempeñó el cargo de alcalde de Antofagasta entre los años 1952 y 1953.

Durante su administración alcaldicia se pagaron cuentas atrasadas, incluso una hipoteca con garantía del Mercado Municipal. Marianella acotó que "durante su gestión como edil se compraron los tres primeros camiones para la recolección de basura, siendo Antofagasta la tercera ciudad de Chile que estableció este sistema", añadió.

En 1979 fue distinguido por la Municipalidad por haber contribuido al progreso de su tierra natal.

Julio Zoffoli se casó con Leontina Santi, con quien tuvo dos hijos. Sin embargo, ella falleció de fiebre a los 10 días de haber tenido a su segundo hijo. Julio era el mayor y Danilo el recién nacido.

La pareja vivía en Santiago. Unos vecinos muy amigos de la familia se preocuparon de apoyar al joven viudo.

Fue en esas circunstancias que conoció a Virjinia Astudillo, de quien se enamoró posteriormente. Ella crió a sus dos hijos y vivieron felices más de 50 años juntos. Celebraron felices sus bodas de oro.

Ellos se radicaron en Antofagasta. "Ella era tan amorosa, era la reina de la fiesta. Era muy alegre, ella fue la abuela que tuvimos", recordó Marianella.

Al paso de los años los hijos crecieron. Julio (ya fallecido) se casó y tuvo tres hijos; Julio René, Eliana Teresa y Marco Antonio. Ellos vivieron en Santiago.

En tanto Danilo, padre de Marianella, quería estudiar en la Escuela de Minas, pero su padre quiso que siguiera por otro camino. Entonces él comenzó a trabajar como junior, fue progresando en la parte administrativa. Trabajó en el área de personal y fue ascendiendo.

Posteriormente se trasladó a empresas marítimas. Casi toda su vida laboral la dedicó a labores marítimas, porque dominaba muy bien el inglés. Siempre se entendía con los capitanes de barco.

Tuvo un buen pasar económico porque al igual que su padre y su abuelo, tenía la convicción de que había que gastar sólo lo que se podía.

"El siempre nos decía hija si usted gana cien pesos, haga de cuenta que gana 90 y guarde el resto. Así se tiene dinero para emergencias y proyectos", acotó Marianella.

El compró una casa que tenía su padre y que había dejado la abuela Leontina. Todo fue a base de esfuerzo.

Danilo se casó con Eliana Videla, que se conocieron a través de una prima. Tuvieron un maravilloso matrimonio. De esa unión nacieron tres hijas, Gina, Marianella y Danitka, que nació 18 años después.

"Nos criamos en calle Matta, entre Sucre y Bolívar, en la casa de los abuelos. Mi padre falleció hace siete años, pero tengo gratos recuerdos de la vida en familia. Mis padres celebraron 50 años de casados. Nosotros tuvimos muy buenos ejemplos", añadió.

Marianella, que es enfermera, lleva 31 años de matrimonio con Jorge Lillo. Tiene dos hijas, Marianna y Daniela, ambas profesionales.

Su hermana Gina tiene dos hijos, Jorge y José Luis, mientras que Danitka es madre de Fernanda y Rafael.