Buen uso a fonos de emergencia
Las pitanzas no sólo saturan las líneas destinadas a emergencias de los antofagastinos, sino que además quitan tiempo a los encargados de estos servicios.
Cada verano se repite una historia conocida para Bomberos, Carabineros y la Armada, a cuya lista también hay que agregar el Servicio de Atención Médica de Urgencia (Samu). Las denominadas pitanzas son bromas demasiado peligrosas y hay que tenerlo muy presente.
De las 12 mil llamadas mensuales que recibe el Samu en la ciudad, el 54% corresponde a burlas, tema de alta complejidad tomando en cuenta que este organismo sólo cubre las urgencias. Su capacidad de respuesta depende justamente de un aviso oportuno y rápido.
Como es obvio, un problema que atenta contra el correcto uso de este servicio y que es extensivo a la labor que cumple la Armada y Bomberos, instituciones que presentan un porcentaje parecido de llamados inoficiosos.
Quizás el caso más complejo lo tiene la Central de Comunicaciones de Carabineros (Cenco) que atiende los más variados avisos durante esta época del año, donde más del 75% corresponde a mofas y que abarcan desde curiosas peticiones, hasta insultos a los efectivos policiales.
Las pitanzas no sólo saturan las líneas destinadas a emergencias de los antofagastinos, sino que además quitan tiempo a los encargados de estos servicios, movilizan personal en forma innecesaria, causan importantes gastos operativos y pueden obstaculizar un real percance.
Según las estadísticas, enero y febrero marcan el peak de llamados falsos en Antofagasta. Esta situación puede explicarse por la mayor presencia de niños en las casas y también por el escaso control de los padres para disuadir este tipo de acciones.
¿Cuál es la solución a este problema? Aquí el único camino para evitar estas acciones es la cultura del entendimiento y la conversación. Por cierto, los adultos tienen el deber de educar a los niños para dar el correcto uso a estos importantes fonos que pueden salvar la vida de los antofagastinos.
No hay que olvidar que estas pitanzas pueden terminar en una tragedia como ha sucedido en otras regiones del país.