En ferias e internet rastrean los fusiles robados del museo
Las policías intensificaron las pesquisas para dar con el paradero de las armas y fotografías de la Guerra del Pacífico que fueron robadas desde el Museo Regional de Antofagasta el fin de semana.
Además, emitieron un encargo nacional de las especies históricas, con imágenes y datos de cada una de ellas para facilitar su reconocimiento.
Mientras la labor policial avanza, desde el edificio ubicado en pleno Barrio Histórico hicieron un llamado a la comunidad a "denunciar y no comprar" estos objetos, de un inmenso valor histórico.
Verónica Díaz, encargada de colecciones del museo, comentó que para la venta de este tipo de artículos, muy apetecidos por los coleccionistas de artículos patrimoniales, generalmente se utilizan sitios web, como Mercadolibre.cl o Yapo.cl.
"Estos objetos aparecen en la categoría de antigüedades (en los sitios web) y la gente los compra", puntualizó.
Fuera de internet, los lugares más probables de venta de las especies robadas son la Feria Pantaleón Cortés ("Feria de las Pulgas") y el Terminal Pesquero. Es por eso que ambos sectores también están siendo monitoreados por las policías.
En el Terminal Pesquero, sin embargo, los vendedores de antigüedades explicaron que ya no comercializan artículos de la Guerra del Pacífico, porque ello "no está permitido".
Hugo Godoy, vendedor de la caleta, comentó que hace un par de años poseía balas, botones, bayonetas y otros objetos de ese periodo, los cuales vendió por ser atractivos a los ojos de los coleccionistas.
"Cuando se encuentran este tipo de artículos en el desierto, se venden muy rápido", afirmó.
El comerciante señaló que incluso un "kepí" (gorro militar) de dicha época, podría llegar a venderse a $50 mil, mientras que las balas sólo tendrían un valor de mil pesos.
Al cierre de esta edición, el Museo Regional había identificado sólo 15 armas de la colección robada, entre ellas, bayonetas, dagas, revólveres, sables, rifles, machetes y carabinas de madera, consideradas de potencial riesgo para las personas si son puestas a la venta.
El avalúo total del robo supera los $20 millones, cifra que también considera computadores, colecciones arqueológicas, etnográficas, bioantropológicas, paleontológicas e históricas, equipos GPS y una cámara fotográfica.