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Arzobispo: "Siempre habrá algunos intentos por querer privatizar la fe"

te deum. Acción de gracias por Chile contó con la masiva presencia de fieles en la Catedral.
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"Siempre habrá intentos de algunos de querer mandar a la Iglesia a una sacristía, en un intento por privatizar la fe. Pero debemos recordar que nuestra fe como la de Pedro, puede ser zarandeada y agitada", dijo el Arzobispo de Antofagasta, monseñor Pablo Lizama, al encabezar el Te Deum de Fiestas Patrias en la Catedral.

El principal templo católico de Antofagasta, la catedral, lució engalanada con los colores patrios. Se respiraba chilenidad. Ese fue el marco perfecto para la celebración que reunió a las máximas autoridades de la región.

La acción de gracias por Chile fue concelebrada por los presbíteros, Sergio Neira y Marcelo Pizarro, y junto a ellos acompañándolos el clero diocesano y las religiosas y religiosos de la Arquidiócesis de Antofagasta.

Autoridades

Participaron en el acto litúrgico el intendente Waldo Mora, el gobernador Mauricio Muñoz, la alcaldesa Karen Rojo, además de parlamentarios, secretarios regionales ministeriales y las máximas autoridades de las Fuerzas Armadas.

En su intervención, monseñor Lizama, dijo también que "un buen creyente y en el caso nuestro, un buen católico debe ser un buen ciudadano con virtudes que se promueven desde su fe, el respeto a su prójimo, la solidaridad y el trabajo".

Subrayó que tal como ha señalado el Papa Francisco, Chile tiene un espíritu de fraternidad, que debe unirnos y no llevarnos al enfrentamiento.

"Las manos se levantan al cielo, pero también construyen. Así en Antofagasta tantos hombres y mujeres en el pasado contribuyeron, hicieron servicio público y nos entregaron una ciudad más armónica. Hoy tantos, son profesionales, políticos, soldados, religiosos, comerciantes, artistas", acotó.

Monseñor agregó además que la luz de fe se pone al servicio de la justicia, del derecho y de la paz, "esa misma fe, que estamos ejerciendo hoy al estar orando en esta Catedral, es un bien común que nos anima a ser protagonistas de nuestro tiempo y no espectadores de la historia. Porque el ser un buen creyente es bueno para nuestra sociedad, para la familia y las personas que trabajan y viven en nuestra tierra", puntualizó.

Reflexionó sobre las desigualdades, como la pobreza y el despilfarro.

Ofrendas

Hacia el final de la celebración, se presentaron ante el altar cinco significativas ofrendas: la Sagrada Biblia, El Escapulario de la Virgen del Carmen, los trajes de bailes religiosos, una imagen del doctor Antonio Rendic, (querido médico de los pobres) y el báculo de monseñor Luis Silva Lezaeta, primer arzobispo de Antofagasta.

Al terminar, el padre Carlos Castro, agradeció la colaboración de las autoridades, comunidades cristianas, parroquias y al director y Coro de la Universidad de Antofagasta por su impecable presentación.