Bon Jovi jugó una mala pasada a los fanáticos de Antofagasta
recital. Fans locales que tenían todo listo para mañana, ven con dificultad reprogramar sus viajes.
La operación de urgencia del baterista Tico Torres de Bon Jovi obligó a la banda norteamericana a reagendar su esperada visita a Chile para el 25 de septiembre.
Una mala noticia para los fans de regiones que prepararon su viaje con meses de anticipación. Y si bien el dinero de las entradas se puede recuperar o utilizar en una nueva fecha, hay costos que son irrecuperables como los pasajes en avión (tarifas económicas), sin contar con los respectivos permisos en el trabajo.
Un problema que aqueja a algunos antofagastinos que ya tenían planificado su viaje para disfrutar mañana del concierto de la banda, dueña de temas como "Never say good bye", "It"s my life" y "Bad medicine", entre otros.
resignación
Patricio Álvarez es uno de los fanáticos locales que tenía todo preparado para viajar junto a un amigo, ya que pensaban que ésta era "la ocasión" para ver a Bon Jovi y quizás no habría otra.
Ambos habían sacado pasajes, comprado los boletos y organizado sus agendas. A mediados de agosto, todo estaba listo, pero ello se esfumó el martes con la noticia del cambio de fecha.
En el caso de Patricio, no pierde el viaje, ya que aprovechará su paso por Santiago para temas laborales. Sin embargo, hasta el momento analiza la posibilidad de asistir al concierto, ya que la actual fecha cae miércoles, por lo que no descarta pedir el reembolso de las entradas. "Es lo que pasa por no vivir en Santiago", lamenta con resignación.
Macarena es otra de las antofagastinas afectadas, quien se declara "totalmente en depresión".
Había recibido los tickets para el concierto como regalo de aniversario de bodas y luego del concierto tenía programado un viaje al extranjero. Como tiene un hijo de dos años, también había comprado pasajes para que su madre cuidara al pequeño, lo cual se desmoronó con el cambio de fecha, ya que el día del concierto ella recién llegará del extranjero, viaje que hoy es su gran consuelo.
Andrea, quien es ingeniero comercial, al igual que Patricio se encuentra estudiando la situación. Ya tenía todo comprado junto a una amiga y la nueva fecha es complicada, ya que no puede pedir permiso dos veces en su trabajo, porque también deberá viajar este viernes para no perder los pasajes.
Aunque fue al concierto anterior, ya tenía lista hasta la polera para esta ocasión. Aún no tiene nada definido y ruega por un cambio de fecha que la acomode y le permita viajar, ya que ir por el día le podría costar hasta 300 mil pesos.