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Una dieta rica en antioxidantes y Omega 3 ayuda a reducir los síntomas de las molestas alergias de primavera

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Con la llegada de la primavera muchas plantas producen polen, una sustancia que genera alergia en aproximadamente un 15% de la población. El polen tiene un aspecto de polvo amarillento, que cuando se dispersa se vuelve prácticamente invisible.

Según explica la nutricionista, Carolina Chica, de Benexia, "la alergia primaveral y la alergia al polen producen síntomas tan molestos como continuos ataques de estornudos, congestión nasal, irritación y ardor en los ojos, nariz, faringe y paladar", agregando que esto no tiene cura y la prevención es fundamental.

Dieta

Dieta

Diversos estudios han comprobado que una dieta rica en antioxidantes y Omega 3 puede ayudar a paliar los síntomas de la alergia.

Por ello es recomendable comer 5 raciones o más de fruta y verdura al día para mantener un buen nivel de antioxidantes; lograr un consumo equilibrado de ácidos grasos (favoreciendo el consumo del aceite de oliva); y aumentar el consumo de ácidos grasos Omega 3 (como la chía y pescados).

Polen

Polen

Para evitar el contacto con el polen se pueden tomar medidas como mantener las ventanas de la casa cerradas por la noche; disminuir las actividades al aire libre durante los períodos en que la cantidad de polen es mayor en la atmósfera (de 5 a 10 de la mañana y de 7 a 10 de la noche); evitar salir de casa en los días de viento cuando la polinización es alta; no secar la ropa al aire libre en esos días y ponerse anteojos de sol al salir a la calle.

Automedicación

Automedicación

Los medicamentos que se utilizan para tratar estas alergias son los antihistamínicos, que se administran por vía oral. También hay colirios y gotas.

Estos fármacos no curan la enfermedad, sino que sirven para aliviar los síntomas, así como disminuir los estornudos y el lagrimeo. Son recetados exclusivamente por el médico y en dosis adecuadas para cada paciente.

Cerca de un 80% de los hijos de padres polínicos tienen tendencia a padecer esta enfermedad. Suele afectar desde la infancia, reincide cada primavera y suele reducirse a partir de los cuarenta años de edad.