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"Identidad ¿deportiva u otra?"

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Variadas opiniones han aparecido publicadas en este periódico en relación a la identidad de la ciudad. Y la verdad es que no se termina de aclarar, ni se observa un criterio generalizado que aglutine este sentimiento.

El concepto de identidad es complejo de definir, por la intervención de diversos factores o variables, ya que no es solo un hábito social, sino también un cúmulo de costumbres, formas de vida, sentimientos, etc. Sin entrar a profundizar en otros aspectos que nos alejen del objetivo de esta crónica, y puestos a opinar, hacemos una propuesta y es que sea "El Deporte" como el eje vertebrador de la ansiada identidad.

El deporte practicado desde diferentes ámbitos, especialidades y modalidades, sobre todo desde la niñez, desembocaría en una formación y educación a lo largo de toda la vida, resultando clave para la construcción de la identidad común de la población o de la sociedad.

Es muy importante que la ciudad, clubes deportivos, escuelas y las entidades formales y no formales promuevan una construcción identitaria para que los individuos de la sociedad se inicien en unos valores comunes y crezcan con una cultura determinada. ¿Y porque no mediante el deporte? Este les ayudará de la misma manera que las ideologías políticas, las creencias religiosas, o las nuevas tendencias culturales a convertirse en unos ciudadanos educados en los valores que enseña el deporte y que promueve la propia ciudad.

La apuesta por la educación, la salud, y el crecimiento social debe de incentivar la creación de escuelas deportivas, las infraestructuras adecuadas, la potenciación de ligas escolares de diversos deportes, el apoyo a clubes de barrio y a diversas manifestaciones deportivas que inciten y motiven al ciudadano común a participar y a convertirse en un mejor ciudadano.

No dejaremos de mencionar la importancia que tendría el deporte para la integración de la numerosa colonia extranjera que se ha instalado en la ciudad. Crónica escrita con el Sr. Jordi Puig Voltas.

Club Hípico ya no tiene caballos y sufre lenta desmantelación

proyecto. Ya no queda gente viviendo en los corrales y la venta sigue entrampada en los tribunales. Esperan construir nuevo hipódromo.
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El 29 de septiembre de 1908 fue fundado el Club Hípico de Antofagasta con el objetivo de crear un centro de entretención para los habitantes de la comuna, por esa época, pequeña ciudad.

Pasaron 105 años hasta que el 31 de enero del 2013, el presidente del directorio, Pedro Troncoso Martinic, anunció el término definitivo de las actividades hípicas.

Este cierre se debió a la venta de los terrenos en donde se emplazaba el hipódromo para la construcción de un complejo habitacional.

Esto provocó una serie de manifestaciones por parte de jinetes y preparadores que se negaban a dejar el histórico recinto. Con el correr de los meses aún hay detalles debatidos en tribunales, lo que ha impedido que la empresa constructora, Guzmán y Larraín, comience a edificar.

En la actualidad, en el reducto sólo quedan en pie las antiguas galerías y un edificio en donde funcionaba un centro de entretención nocturna.

Las corraleras, lugar en donde caballos y la familia hípica compartían el día a día, son sólo un recuerdo, ya que fueron demolidas y los trabajadores debieron emigrar para buscar nuevos rumbos.

CABALLOS

A pesar de eso, la Agrupación de Jinetes del Club Hípico de Antofagasta sigue esperando la posibilidad de retomar las actividades en la ciudad.

Jimmy Peñaloza, vocero de dicha asociación, comenta que ya no queda ninguno de los cerca de 160 caballos que había en el Hipódromo Isidro Bosch.

"Gente no queda en los corrales, fueron derrumbados y estas personas y los caballos quedaron desparramados. Algunos están en Concepción, otros en Valparaíso y algunos en Santiago", señala Peñaloza.

Sobre el destino de los fina sangre, estos fueron repartidos a nivel nacional, aunque no todos están compitiendo.

"A Antofagasta llegaban siempre caballos malogrados. Para la pista de acá se adaptaban, pero para la exigencia de la hípica, muchos caballos fueron regalados o vendidos para el campo. Como se dice "para la silla". De los 160 caballos que había acá, 135 corrían y en la actualidad, en distintos puntos del país, de esos deben correr 30, no más", sentenció el dirigente.

A su vez, gente de avanzada edad no pudo trasladarse por lo que se retiraron definitivamente del mundo de la hípica.

judicial

Si bien, los jinetes y preparadores que no emigraron al sur del país, siguen su lucha en los tribunales, esperan la resolución judicial trabajando para que la actividad no muera en la Perla del Norte.

El jinete José Luis Villagrán presentó un recurso de protección contra el preparador Carlos Ulloa, por obligarlo a dejar su casa a la fuerza, la cual se encontraba dentro de uno de los corrales.

Este recurso fue acogido por la Corte de Apelaciones que determinó que el jinete puede hacer ingreso libre a su casa.

El problema se genera al estar los establos derrumbados, por lo que sería la empresa constructora la responsable de responder en este caso.

Al mismo tiempo, dos accionistas del Club Hípico de Antofagasta, presentaron un recurso de nulidad de la compra-venta de los terrenos, lo cual deberá definirse en un juicio ordinario.

futuro

Pero la gente de la hípica antofagastina está en busca de continuar con la actividad.

Es por eso que están planificando la construcción de un nuevo centro hípico en la ciudad.

"Estamos por concretar unos terrenos en donde seguiremos realizando esta actividad. Desde el día de los desalojos que hemos trabajado duramente en recuperar lo que es nuestro. Hemos hablado con seremis y autoridades. Esto no se ha muerto, está solamente descansando", comenta Jimmy Peñaloza.

En la actualidad, se espera una pronta respuesta en cuanto a los terrenos, la cual no quiso ser señalada por Peñaloza, y obtener los recursos para el nuevo hipódromo local.