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Ensayos y ensayistas

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El ensayo es hijo de Montaigne, a quien Villey celebra por la hazaña de escribir sólo un libro. Pero, con el valor de ir escribiéndolo, durante veinte años: en cada uno de ellos no realizó otra faena que la de verter, sus reflexiones, raíces del ensayo.

El ensayo es género literario que se sustenta en ideas. Unamuno, Azorín y Ortega son hombres que se quemaron, en los fuegos del pensamiento y coincidieron con Andrenio en la necesidad de condimentarlo con palabras de poeta. Es tarea de frentes lúcidas, a las que se agregan los resplandores de la poesía. De esta doble responsabilidad emergen las condiciones rigurosas que definen al ensayista.

Unamuno creó, como escritor, en el amor por "la lengua viva", la española. A ésta, la colmó con cuanto de importante fijó en torno al hombre y, particularmente, al hombre de su tierra.

Principió o mostrar su pensamiento en 1894 y, tras varios años de lucha, releyendo sus páginas, o corrigiendo pruebas, comprobó que "en lo esencial y más intimo" era de los pocos escritores que bregaron y lograron permanecer "fieles a sí mismos".

"El problema más grave en España es que hay que educar a los jóvenes para una vida nueva, y que no pueden educarlos para ello los formados en la vida vieja" (1902).

Azorín fue el maestro de las palabras pobres, a las que supo limpiar de tiempo y presentar, como si acabasen de nacer en el hombre. Su novela "El escritor" exalta a la palabra, en trozos que nadie que escribe debiera olvidar:

"El afán de un escritor -mi afán, el afán de Quiroga- es la palabra limpia, concreta, pura, precisa: esa palabra brilla ante nosotros, con el destello de una moneda de oro herida por la luz".

Ortega no temió avanzar hacia todos los rumbos de la inquietud y siendo y haciendo, nos regaló su lección honda y varia, páginas no repetidas por ningún publicista: "Meditación del marco", admirable por su originalidad del ángulo que se la tome: "Un cuadro sin marco tiene el aire de un hombre expoliado y desnudo".

La serie "Prófugos" revela sus secretos

TV. El 15 de septiembre se estrena por HBO la producción realizada íntegramente en Chile.
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En noviembre de 2011 se emitió el último capítulo de "Prófugos", una producción de HBO realizada íntegramente en nuestro país. En aquella ocasión se mostró la muerte de la líder del cartel de drogas Kika Ferragut (Claudia di Girólamo) y la de uno de los integrantes de la banda Óscar Salamanca (Francisco Reyes); junto con la traición de Laura Ferragut (Blanca Lewin) que huye con el botín y deja a sus compinches con la policía.

Después de casi dos años de suspenso en que no se conoció el destino de los narcotraficantes, las dudas sobre qué pasó con ellos comenzarán a resolverse a contar del próximo 15 de septiembre (22 horas) cuando debute el segundo ciclo de la producción por la señal normal y HD de HBO, el que fue presentado ayer a la prensa.

Al centro de Chile

Esta parte comienza con Mario Moreno (Luis Gnecco) convertido en uno de los líderes de la banda que hay dentro de la cárcel; mientras que Vicente Ferragut (Néstor Cantillana) y Álvaro Parraguez "Tegui" (Benjamín Vicuña) sufren el acoso de los otros presos.

Moreno buscará la fórmula para escapar e invitará a sus excompañeros a que lo hagan con él, a través de un motín de la cárcel -parecido al ocurrido en diciembre de 2010 en la cárcel de San Miguel-, y una huida en helicóptero, tal como lo hicieron cuatro frentistas en octubre de 1997. Al respecto, el director general de la serie Pablo Larraín explica que "esta es una temporada más social y política, que se inspira netamente en lo que ha sucedido en Chile en los últimos años, y eso lo mezclamos con el espíritu de "Prófugos""; y agrega que "la realidad es la que tiene el mejor material para la ficción. Y usamos estos hechos con el respeto que corresponde, y nos parece interesante dar cuenta de algo que sucedió".

Adelanta, también, que "profundizamos muchísimo en la sicología de los personajes, y tenemos a un nuevo invitado". Larraín se refiere a Alfredo Castro, quien encarnará a Don Freddy, aliado y socio de Laura que estarán a cargo de una complicada operación para traficar heroína desde el Norte Grande de Chile hasta la mafia australiana.

No es el único nuevo rostro que se integra al elenco, pues se suman Cristián Campos y Diego Muñoz que trabajan con el Presidente de la República -encarnado por Francisco Melo-, y la ministra Macarena Munita (Antonia Zegers). Precisamente su historia le dará el tenor político a esta nueva entrega, porque la idea según Larraín es mostrar un poco lo que sucede al interior de La Moneda en hechos significativos, así como la relación del poder y el narcotráfico.

Otra novedad que habrá para esta temporada es que la banda sonora será original de Juan Cristóbal Meza, y se utilizará más la instrumentalización que las canciones.

Necesidad de paisaje

Uno de los aspectos llamativos que tuvo la primera temporada de "Prófugos" fue que la acción transcurría en varias ciudades de Chile, como Valparaíso. Esto continúa en este ciclo con la utilización de locaciones en seis regiones del país, entre las que se encuentran el Desierto de Atacama, la costa de Valparaíso, Aysén y la Patagonia, junto con la Metropolitana. Para Benjamín Vicuña "el paisaje es un protagonista más de la historia", mientras que Pablo Larraín profundiza que "el trayecto afecta sicológicamente a los personajes, y se convertirá en un espacio de represión más que de liberación".

El hecho de poder estar en los lugares verdaderos donde transcurrían las escenas, para los actores "facilitaba mucho el trabajo", asevera Néstor Cantillana. En el caso de la cárcel, por ejemplo, se utilizó un recinto penitenciario que queda en Buin, y en la Patagonia tuvieron que actuar con -2º.

La acción y la violencia, en tanto, seguirán presentes. Si bien, Larraín no quiere adelantar mucho lo que sucederá en la temporada, sí comenta que habrá involucrados muchos medios de transporte que volarán, chocarán y otros, desde micros hasta aviones, pasando por botes, por ejemplo.

Para los actores no fue tarea fácil llevar a cabo las escenas, en todo caso. Si bien todos dicen que se preparan físicamente para hacerlas, de todas maneras terminan con lesiones menores.