Alejandro Ahumada R.
Como un proyecto valorado, pero recibido con cautela, califican varios especialistas el anuncio del Ministerio de Salud para la creación de un Centro de Trasplante con asentamiento en Antofagasta.
La iniciativa -impulsada por la diputada Marcela Hernando- busca instalar una unidad que permita desarrollar trasplantes de corazón en las regiones del extremo norte.
Para el cirujano cardiovascular del Hospital Regional, Javier Labbé, si bien el centro de procura y trasplantes es necesario en la macrozona norte, la iniciativa requiere de ajustes y compromisos presupuestarios que permitan darle sustentabilidad al proyecto.
"Es necesario un centro, pero antes me parece más necesario tener la normalización del sistema. Es decir, se requiere la implementación de camas críticas, la formación de especialistas, tener un plan estratégico de funcionamiento y normalizar el servicio de cardiología. Hay que hacerlo seriamente para que sea sustentable en el tiempo, eso es muy importante", precisa Labbe.
La Unidad Cardiovascular del Hospital Regional de Antofagasta (HRA) es el prinicipal centro de atención para patologías cardíacas entre las regiones de Arica y Copiapó.
Labbé detalla que durante el 2018 la Unidad Cardiovascular del HRA realizó 163 cirugías cardiacas de alta complejidad y que la proyección para el 2019 bordearía las 200.
Plan de desarrollo
Recientemente Labbé presentó al Ministerio de Salud el plan de desarrollo estratégico de la unidad cardiovascular, que está orientado a la creación de la unidad de trasplantes y cirugías de más alta complejidad.
Entre los requerimientos más urgentes -advierte- están el cierre de brechas en la formación de 16 especialistas médicos, la administración de 20 camas críticas para cirugía cardiovascular y la adquisición de $185 millones en equipamiento clínico. Solo la formación de personal clínico requiere de al menos tres semestres de estudio y práctica en el extranjero.
"Si quieren hacer trasplantes tenemos la tecnología, pero si nos ponemos hacer trasplantes sin la camas clínicas que necesitamos, solo vamos a ahogarnos en lo que tenemos. Vamos a estar peor, con pacientes complicados en Arica o Iquique porque no vamos a poder recibirlos. Por eso resulta fundamental, normalizar nuestra red", sostiene el jefe de cirugía cardiovascular del HRA.
El Hospital Clínico Regional Guillermo Benavente de Concepción fue el último establecimiento regional en lograr conformar un centro de trasplantes el año 2017.
Uno de los responsables de su creación es Aleck Stockins, jefe del centro cardiovascular.
"Nosotros partimos el 2015 con un policlínico de insuficiencia cardiaca para ver qué pacientes iban a requerir trasplantes. Es fundamental medir cuál es la magnitud del problema y qué estamos haciendo con el paciente con insuficiencia, porque no todos son candidatos a trasplantes. Ese control no lo hace el cirujano, lo hace el cardiólogo", asegura.
Según estudios internacionales, se estima que al menos el 2% de la población presenta algún tipo de insuficiencia cardíaca.
De ahí que la detección y tratamiento de pacientes cardiacos agudos resulte trascendental para la creación de un centro de trasplante de corazón que otorgue resolutividad a los casos más complejos.
Además, el 50% de los pacientes diagnosticados fallece a los cinco años y su tratamiento genera alrededor del 2% del gasto sanitario y es una de las principales causas de ingreso en los hospitales públicos.
Apoyo
"Tiene que existir un apoyo técnico para implementar este tipo de medidas. Muchas veces no basta el apoyo político", apunta Alvaro Kompatzki, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Trasplantes (Sochitra), en relación a la idea de un centro regional para corazones en Antofagasta.
"Desde mi punto de vista hay que partir de lo más simple a lo más complejo, por sus características, en Antofagasta parece mucho más necesario el trasplante de riñón. Ahora bien, si el centro está pensado para la macrozona, ahí sí tiene mucho más sentido", afirma Kompatzki.
El directivo afirma que desde la Sochitra han apoyado al Hospital Regional para la creación de un programa de trasplantes de riñón, una experiencia que el HRA ya desarrolló durante el 2012.
"Un centro de riñón bien planificado podría estar operativo en dos años. Estuvimos el año pasado realizando un seminario, pero naturalmente esto depende del interés de los médicos y del apoyo que los directivos quieran dar al tema y de los incentivos para que la gente se especialice", puntualiza Kompatzki.