Cristian Castro Orozco
La última encuesta de Barómetro Regional de Antofagasta, realizada por Mori y el Instituto de Políticas Públicas de la UCN, arrojó como datos generales que la ciudadanía en la zona presenta un malestar económico social que además, se manifiesta en todo el país en otros estudios.
Y agrega que las razones de este malestar corresponden a que un 65% de los encuestados piensa que estamos estancados, un 36% piensa que la economía "está mal y muy mal", y un 81% dice que no está satisfecho con la economía.
"Esto tiene como consecuencia que cae la satisfacción con la vida seis puntos porcentuales, de 81% a 75%, entre 2018 y 2019. Los más insatisfechos con la vida son los mayores de 60 años, los que tienen educación básica, y los hombres. Estamos hablando de un segmento de la población que sabe que no sale de donde está, que no hay oportunidades para ellos", menciona la última versión del Barómetro.
Contraste
En los últimos 15 años el país vivió un dinamismo económico sin precedentes, con acceso a la tecnología digital y a la educación al alcance de todos, además de logros deportivos.
Pero este desarrollo no ha sido suficiente para un gran porcentaje de la población. Expertos y sociólogos analizan esta percepción social reflejada en las encuestas.
La mirada de los especialistas
"Frustrados por no ser como los países desarrollados" "Creo que en general existe mucho pesimismo del chileno en relación a lo que es la cultura propia. Por ejemplo, acá se produce un fenómeno súper interesante sociológicamente, pero a la vez preocupante, que es que siempre nos estamos midiendo en relación a otras culturas. Prevalece mucho lo que es el eurocentrismo, que es ver como centro de todo a Europa o de los países desarrollados. Pero cuando exploramos la vida de las personas en su vida cotidiana nos damos cuenta que no es tan así, o sea la ventaja de los países en desarrollo no ha llegado en forma completa a lo que es la vida de los chilenos. Creo que ello puede influir en ese pesimismo que reflejamos los chilenos. Ahora también influye algo nuestra idiosincrasia. Vas a países en los que su situación es mucho menos desarrollada que la nuestra, pero la gente allá vive feliz, siendo que sus condiciones de trabajo son más precaria. Creo que aspiramos mucho a ser como los países desarrollados y nos frustramos al no poder conseguirlo".
"Los chilenos son exitosos frustrados" "No creo que haya un clima de pesimismo. Hay un interesante libro de Carol Graham sobre la felicidad, en el que dice que los chilenos son exitosos frustrados, es decir, gente que logra algo pero que no disfruta aquello que logra. En Chile normalmente se celebra poco, por eso para estas fiestas del dieciocho llegan a ser tan importantes, porque son pocas las instancias de celebraciones, todas las energías de fiestas del país se concentran en estas fechas. Pero insisto, no creo que haya pesimismo, sino gente exitosa pero frustrada. Cuando ganamos la Copa América hubo un par de bocinazos, congregaciones en la Plaza Italia y nada más. Nadie hizo una verdadera fiesta de celebración. Yo estuve 30 años fuera de Chile y una de las cosas que más me ha llamado la atención una vez que llegué acá, es que nunca más usé un vestido largo, no hay ocasiones salvo un matrimonio. No hay bailes, no hay celebraciones anuales. El chileno no celebra sus logros y tal vez eso se puede interpretar como pesimismo, una autosubvaloración. Además que siempre se trata de competir en todo". "Se perdió la confianza en lo único que solíamos confiar"
"Lo que me parece evidente es que hay un elemento fundamental del soporte emocional y político que reside en la cultura chilena, que es la caída de las instituciones. Los chilenos siempre hemos tenido la sensación de que tenemos muchos defectos a la hora de relacionarnos con las capacidades productivas o de entender la economía, pero que esos defectos se compensan con la fortaleza institucional que tiene Chile. En ese contexto nosotros descansamos en esa confianza de que ésta nos apoyará en algún determinado momento. Ahora es esto lo que en los últimos ocho o nueve años ha sido fracturado, es decir, tener la sensación de que las instituciones no están funcionando y muchas se encuentran muy cuestionadas. Todo ha estado sumido en un cuestionamiento y eso decantó en una situación de agobio o hastío y la sensación de que quizás será más difícil salir adelante de lo que se pensaba. En ese contexto podríamos hablar de pesimismo, la sensación de que el milagro económico no se repetirá y que hay una especie de traición a esta alma nacional que nos prodigaba confianza". "Solo leemos objetivamente datos de la realidad"
"Podríamos decir que una buena definición de pesimista es una persona que lee correctamente los datos. Entonces ¿a quién se tilda de pesimista? Obvio que a la persona que está siendo objetivo sin dejarse llevar por primeras impresiones. Estas personas opinan en base a datos de la realidad. Por ejemplo, si me dices que los chilenos somos pesimistas con respecto a la situación económica, ¿cómo no serlo? si es obvio que la situación económica está mal, no podemos ser optimista si somos susceptibles a la guerra económica, a lo que diga Trump o Xi Jinping, a la variación del cobre y un largo etcétera. No somos pesimistas al decir que la economía es mala, sino que damos una lectura correcta, el mundo está en un nivel de indeterminación económica que nos hace pesimista, salvo que se sea un optimista enfermizo. Por lo tanto, el pesimismo goza de mala prensa no más. Tal vez los chilenos ya están saturados de tanta realidad y solo interpretan. Piensa en términos de tu salud, ya saber que las isapres te perjudicarán, o que al jubilar, tu pensión será baja".
Alberto Torres, sociólogo UA
Alberto Mayol, sociólogo y escritor
César Trabucco, sociólogo UA