"Debemos cuestionar nuestras comodidades para que el futuro alcance para todos"
"Me fui a vivir a una población en La Granja con unos compañeros que estudiamos Comercial en la Católica. Me fui porque éramos críticos del modelo neoliberal que se nos enseñaban en la universidad. Mi idea parte cuando empiezo a comprar en pequeño formatos, en almacén de barrio y veo que se paga un 40% más, lo que llamamos el impuesto a la pobreza", recuerda José Manuel Moller, cuando repite el origen de uno de los emprendimientos sociales de mayor impacto creado en Chile.
Moller fue invitado recientemente al conversatorio de innovación y participación social "Desde el barrio al mundo", organizado por por la Fundación Minera Escondida
Origen
¿Qué fue de los amigos que se fueron a vivir con Ud. a La Granja?
-Uno es Rodrigo Echecopar, ex presidente de Revolución Democrática. El otro es Diego Vela, jefe de gabinete del senador Latorre de Valparaíso también RD. Y el otro es Nicolás Marshall, que estudia un master en Londres. Mi círculo es más político que emprendedor, aunque mi vereda es el emprendimiento.
¿Parece tener cierta afinidad este tipo de emprendimiento con movimientos políticos jóvenes?
-Tiene que ver con una generación joven que repiensa muchas cosas. Gente que está en RD, pero también en Evópoli y otros lados. Que tiene un espíritu más crítico, que siente que tienen que cambiar las formas de operar y no de repetir modelos que profundizan las desigualdades que contaminan un montón y que están acentuando cada vez más el problema. Tenemos 11 años para resolver que la temperatura no aumente más de 1 grado y medio y eso debería ser lo que nos ocupe a todos. Es tan grave la situación que tal vez sea el único tema que deberíamos estar empujando todos.
Más que el reciclaje Ud. habla de estimular la reutilización ¿Cuál es la ventaja de esto?
-Es parte de la economía circular. Básicamente lo que se busca es no generar más desechos, sino que mantengamos el uso dentro de la economía y reutilicemos los mismos materiales. En el caso de 'Al Gramo' es un envase de por vida y con ese puedes comprar lo que sea y eso lo hace hacer más barato.
¿Cuál ha sido la recepción de los usuarios y almaceneros que participan de 'Al Gramo'?
-Al principio era bien difícil, sobre todo el modelo de retornabilidad. Cuando la gente tenía que devolver el envase, solo el 5% de la gente lo hacía. Hoy tenemos una tasa de retorno sobre el 80%. La gente lo devuelve porque se forma un hábito. Todo cambio toma tiempo. y sobre todo en el contexto de problemas socioambientales que vivimos, es urgente que la gente empiece a cambiar sus hábitos. La gente va a empezar a consumir de esta manera. Nosotros queremos facilitar esa pega y a diferencia de otras soluciones, queremos que ser sustentables sea más barato, no más caro. Es la única forma de hacerlo escalable.
¿Están evaluando la posibilidad de expandirse a regiones?
-Estamos recién partiendo el diseño de cómo va a funcionar afuera. Y buscando la lógica de cómo entrar a otras ciudades. Probablemente tengan que ser las más grandes como Antofagasta, Concepción, Viña. El foco es tener partners locales que operen al gramo en distintos lugares, pero está en etapa de diseño.
Aprendizajes
El año 2016, Moller decidió expandir la operación de 'Al Gramo' en Colombia. La experiencia -según cuenta- no fue del todo satisfactoria. Tuvo que cerrar y rearmar el modelo desde Chile. Hoy la empresa está consolidada y cuenta con la alianza de importantes marcas (Uniliver, Nestlé) que le han ayudado en la expansión del negocio en Santiago.
"Trabajamos con 2 mil almacenes en Santiago y ahora estamos en diseño de salir fuera. Con un modelo centrado 100% en dispensadores, sin retornabilidad. La gente recarga ahí mismo. Llevas tus envases como una bomba de bencina. El precio por litro es el mejor precio que hay en el mercado, independiente de lo que compres".
¿Cuales son sus planes a corto plazo?
-Actualmente trabajamos con la dispensación de productos de aseo para el hogar. Ahora vamos a entrar con alimentos de mascotas. En Chile se gasta un montón de plata en alimentos para mascotas, pero el envase de alimentos tiene el problema que no se puede reciclar porque tiene aceite, entonces genera muchísima contaminación. Posteriormente pensamos alimentos más tradicionales.
Y volver a expandirse a otros países?
-En Colombia nos equivocamos en un montón de cosas. Ahora vamos a volver a salir pero con marcas que la gente ya conoce, con alianzas, con canales que ya existen. Probablemente sea a EE.UU. o donde hallan mercados donde la legislación medioambiental es más exigente y el consumidor está mucho más alineado.
¿El énfasis en la variable medioambienta es lo clave de su emprendimiento?
-Es el tema que debería ocuparnos a todos, a los medios de comunicación en general. Tomar la importancia de generar cambios más radicales, cambiar los hábitos, como el comer carne que es lejos lo que más contamina, pero es súper impopular cuando se acerca el 18. El reciclar debería ser un tema del día a día. La invitación es a cuestionarnos las comodidades en las que vivimos para que, en el futuro, el planeta alcance para todos.
"Tenemos 11 años para resolver que la temperatura no aumente más de 1 grado y medio y eso debería ser lo que nos ocupe a todos"