Jonathan Mondaca Escobar
Mientras Hernán Cáceres paseaba con su bicicleta por un parque en el estado de Nueva York, Estados Unidos, en varias ocasiones se encontraba con una ambulancia que permanecía estacionada y aparentemente, sin hacer nada productivo.
Cáceres en 2012 viajó hasta Búfalo para cursar un doctorado en ingeniería industrial. Fue durante ese periodo que un profesor les explicó uno de los trabajos que había desarrollado: la distribución de ambulancias en la ciudad para responder de una forma más eficiente a los llamados.
Esa era la respuesta a lo que muchas veces veía en el parque, el vehículo de emergencia no estaba estacionado un calzo disponible al azar, ese era un punto estratégico para cumplir sus funciones.
"Con un modelo puedes determinar que una ambulancia esté ubicada en una calle puntual entre cierto rango de horas, porque así estará más cerca de aquella emergencia que todavía no ocurre", detalla Cáceres, director del Departamento de Ingenería Industrial de la Universidad Católica del Norte (UCN).
Tras terminar su doctorado y regresar a Antofagasta, el académico observó que al analizar dónde ocurren las emergencias, estos lugares no siempre coinciden con los sectores donde están ubicadas las ambulancias.
Esto fue tema de conversación con otros académicos y de ahí surgió la idea de contactar al Samu.
Tiempos
La estadística indica que en los casos de paro cardiorespiratorio, si la respuesta médica no llega en los próximos ocho minutos, la probabilidad de sobrevivir es menor a un 10%.
De ahí la importancia de que los tiempos de traslado de los vehículos de emergencia sean lo más eficiente posible, ya que las patología tiempodependientes son la principal causa de muerte en Chile.
"A la gente del Samu le dijimos que si en lugar de que la ambulancia esté en el hospital, la colocamos en cierta calle y a cierta hora, disminuiremos los tiempos de respuesta ahorrando los trayectos", manifestó el académico.
¿qué es un algoritmo?
El director del departamento de ingeniería sostuvo que pueden ampliar en un 10% la cobertura si se implementa el modelo en el que está trabajando. Y agregó que los costos de implementación serían bajos, ya que necesitarían hacer demarcaciones e instalar señalizaciones de espacios reservados para el Samu.
Estas proyecciones pueden conserguirse gracias a un algoritmo, que en palabras del ingeniero, no es más que "una serie de pasos a seguir para resolver un problema".
"Es como una receta, tome estos datos, aplique esta transformación, transforme nuevamente y repita. Eso, hasta que converge a cierto criterio, el algoritmo termina y te entrega el resultado al que llegó", explicó Cáceres.
Los algoritmos, continuó, siempre parten a mano, como un diagrama de flujo. El paso inicial siempre es un modelo matemático, que "luego alguien trabaja para llegar al resultado sin tener que despejar la X a cada momento. En ocasiones se puede y en otras, no".
En el caso del algoritmo para distrubuir las ambulancias del Samu, la institución ya le entregó los datos y confeccionó el modelo.
"La gente comenzará a ver ambulancias estacionadas y pensará que no hacen nada productivo. Pero están ahí porque es la ubicación más cercana a una emergencia que todavía no ocurre", enfatizó.
La misma idea también la trabaja en Coquimbo, donde la UCN tiene otro campus y manifestó que allá lograron que dos de las nuevas bases del Samu fueran construidas en sectores sugeridos por el modelo.
Originalmente esas dependencias se levantaría en zonas donde el único criterio era la disponibilidad de terreno.
El ingeniero explicó que actualmente su modelo no es un algoritmo que corre en tiempo real, es decir, lo aplica y obtiene resultados.
Pero esto pretende cambiarlo con el "empaquetamiento" del algoritmo (pasarlo a una aplicación web), para que los funcionarios de emergencia puedan ingresan nuevos parámetros al modelo.
"En marzo postulamos la idea al Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico de Conicyt y los resultados están en septiembre. Sería fantástico conseguiéramos los fondos, con que logremos salvar una vida, ya estaría pagada la inversión", concluyó Cáceres.
"La gente comenzará a ver ambulancias estacionadas y pensará que no hacen nada productivo. Pero están ahí porque es la ubicación más cercana a una emergencia que todavía no ocurre".
Hernán Cáceres,, Ingeniería Industrial UCN
Algunos usos actuales de algoritmos
"El académico de la UCN, Hernán Cáceres, dice que la mejor manera de explicar un algoritmo es con un diagrama de flujo. "Primero tiene que existir un problema a resolver, todos los algoritmos parten a mano como un diagrama. Se proporciona información a ese modelo, se aplican transformaciones y eso entrega un resultado", explica.
"Alimentos que tengan el sabor y la textura y del original, pero que son producidos a partir de elementos vegetales. Esto es posible gracias a un algoritmo e inteligencia artificial que busca qué ingredientes pueden lograr, por ejemplo, ser lo más parecido posible a la mayonesa. En Chile, la compañía NotCo tiene este producto que reemplaza el huevo con garbanzos. Este emprendimiento alcanzó tal éxito, que el hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, decidió invertir en la compañía. Facebook y YouTube son ejemplos cotidianos del uso de algoritmos. Gracias a este método, los usuarios reciben contenido basado en sus preferencias. Lo peligroso, es que crea percepciones de realidad. Si un usuario es partidario de ciertas creencias, las aplicaciones la reforzarán con la búsqueda de información similar. Esto ha permitido la aparición de grupos que plantean ideas como la tierra plana o campañas antivacuna.
Producción de alimentos, Selección de contenidos
27 kilómetros de extensión tiene Antofagasta, cifra que ubica a la comuna como la segunda ciudad más prolongada del país. Los tiempos de traslado son críticos entre las 7.30 y las 20 horas.
85.000 conductores pagan su permiso de circulación en la Municipalidad de Antofagasta. Sin embargo, la cifra circulando por la ciudad es mayor debido a la población flotante de móviles.
45 minutos en promedio, tarda un vehículo en llegar desde la zona de La Chimba (extremo norte) a la Universidad de Antofagasta (sur) por la costanera.