Alejandro Ahumada R.
La apertura inminente del club Dark reactivó las movilizaciones de los habitantes del barrio Brasil, quienes buscan impedir el funcionamiento del local al considerar que afecta la calidad de vida de un barrio residencial.
La movilización de los vecinos, primero como agrupación "Juntos Defendamos Nuestro Barrio" y luego como junta de adelanto de Avenida Brasil, vino a confirmar una tendencia creciente en los conflictos de la ciudad: la búsqueda de soluciones a través de la organización y participación espontánea en movimientos ciudadanos.
"No más quemas", "No más ruidos", "Defendamos nuestro Barrio", y el grupo de apoderados y vecinos en contra de las emanaciones de gases en el Liceo Industrial, son algunas de las agrupaciones que en los últimos cinco años han surgido a propósito de conflictos medioambientales, de contaminación o planificación territorial.
Movimientos
Para Marco Rodríguez, presidente de la junta de adelanto de Avenida Brasil, la explicación al auge de movimientos ciudadanos se debe -en parte- al descrédito en las autoridades locales y la falta de respuestas a demandas largamente postergadas.
"Es un proceso natural de desconfianza legítima con respecto a las autoridades. En ese contexto, los vecinos tienen que ser parte de la solución de sus problemas porque ayudan a enriquecer el debate, sobre todo si hablamos de espacio público y planificación de la ciudad. Más allá de la discusión de este local, entendemos que lo que acá está en juego es el proyecto en qué comuna queremos vivir", sostiene.
Opinión similar tienen los representantes del movimiento "No + ruidos", Gonzalo Guerra y Alicia Brito, quienes comenzaron a organizarse a raíz de la contaminación acústica presente en el sector de pubs de avenida Croacia.
A la fecha, el incipiente movimiento, ha ejercido una serie de acciones a fin de fiscalizar el funcionamiento de los cuestionados establecimientos.
"La razón por la cual hay un aumento exponencial en lo que dice relación a las agrupaciones vecinales es la baja sintonía que existe desde la autoridad para con los vecinos y con la calidad de vida de los mismos. Muchas veces eso deja en evidencia un abandono de deberes de las autoridades", afirma Guerra.
Si bien la agrupación surgió a raíz del conflicto entre vecinos y establecimientos nocturnos del sector sur, Alicia Brito, afirma que el problema de ruidos molestos está presente en toda la ciudad.
"La contaminación acústica es un tema neurálgico en Antofagasta y si bien nacimos por una situación particular, hoy hemos crecido en número de personas y profesionalismo de nuestra organización. Ya tenemos contactos con organizaciones pertenecientes al sector de El Huáscar, al sector norte, al centro, en la Coviefi y el sector Paranal. Hoy somos mucho más que una pequeña agrupación, somos un movimiento que abarca toda la ciudad", comenta.
ALianzas
Poco a poco los representantes de los diversos movimientos sociales de la ciudad han establecido contactos y buscan alianzas, donde la problemática medioambiental aparece como denominador común.
Así lo afirma, Víctor Silva, vocero de la organización "No más quemas".
"Hemos sostenido conversaciones de manera informal. Nos han dado su apoyo y nosotros también apoyamos sus demandas. Queremos que cada conflicto que se genere tenga una trascendencia para todos porque no me gustaría que otros tuvieran que respirar olores tóxicos del basural, así como también, creo que a la gente de la avenida Brasil, no le gustaría que otro sector se transformara por ruidos".
Acción
Para Luz Iriarte, una de las voceras de los estudiantes del Liceo Industrial, los problemas de contaminación en la ciudad posibilitan formar un frente de acción común entre los distintos movimientos.
"Es agotador buscar soluciones y que nadie haga nada. Nosotros nos organizamos como estudiantes y es increíble que ninguna institución se haga responsable. La ciudad es de todos y por eso mismo deberíamos lograr un acuerdo con los demás movimientos para buscar alguna solución", puntualizó.
Desde el 2015 la agrupación "No más quemas" cuenta con personalidad jurídica. ONG