Deportes Antofagasta
La institución tuvo un breve paso por la Copa Sudamericana, pero esto no empaña el logro inédito que fue conseguido. Hay que seguir trabajando por más. Los éxitos no son casuales. En este caso pasan por la buena labor de los jugadores, el cuerpo técnico, dirigentes y los hinchas. Todo debe ser coherente. El CDA es uno de los embajadores de la ciudad.
Por primera vez, en 52 años de historia, Club de Deportes Antofagasta participó en un torneo internacional: La Copa Sudamericana. Fue una experiencia breve, pero riquísima por la experiencia y porque demostró que la institución sí puede conseguir objetivos altos.
Es efectivo que la eliminación es un hecho, pero no se puede ser tajante con un grupo que tuvo en este hecho, probablemente el más brillante de su historia.
Pero por otro lado, no cabe duda de que el Club es en sí mismo un ícono antofagastino y poseedor de un enorme valor simbólico, que sobrepasa largamente la cantidad de triunfos y trofeos que pudiera tener. En un contexto más amplio, el fútbol, y quienes allí compiten, poseen una marca poderosa y son capaces de mover a miles de personas motivadas por el juego y la pasión.
Se dijo antes: El fútbol es lo más importante de lo menos importante.
Y la frase es más que un juego de palabras, porque el deporte competitivo, y el fútbol en lo particular, es una especie de catalizador de muchos problemas y uno de los pocos fenómenos culturales que produce identidad en una población.
En Antofagasta, una ciudad tan heterogénea, tan disímil y con tantos contrastes, el Club puede ayudar a conseguir aquello de lo que carecemos. No se trata de traspasarle toda esta enorme responsabilidad, pero sí de entender que puede jugar un rol de aglutinador, de orgullo y pertenencia de la que ciertamente nuestra población adolece.
Porque en un estadio se reúnen, como en pocos espacios, culturas distintas, clases sociales diferentes, edades, sexos y gustos, todos unidos por un mismo objetivo.
Por eso es que es tan importante que al CDA le vaya bien, que siga teniendo éxitos y nuevamente los podamos observar alto en la tabla, jugando torneos internacionales, llevando el nombre e nuestra ciudad y región con orgullo, trabajo y ganas, es decir, todo lo que es nuestra tierra.
Para que todo eso pase, el Club deberá tener resultados, pero por sobre todo entender que debe vincularse a la ciudad de una manera totalmente genuina.