Antofagasta: Nuevo pacto o crisis social
"Es necesario que los actores se sienten en una mesa a resolver esta difícil encrucijada y de ahí salga un nuevo pacto".
Si los antofagastinos dimensionaran la grave crisis de desempleo que está a la vuelta de la esquina producto de la automatización, no tardarían un segundo más en salir a las calles a marchas en búsqueda de soluciones. Y cuando eso ocurra, estas ya serán demasiado tarde de implementar.
Y es que pese a que esta tecnología ya esta implementándose en algunas mineras de la región, todavía no muestra en plenitud su peor cara: el despido de miles de trabajadores cuya función será reemplazada por una máquina controlada desde Santiago que trabajará 24/7 los 365 días del año sin sindicalizarse ni exigir mejora laboral alguna. Situación que se complejiza en Antofagasta teniendo en cuenta la ausencia de liderazgos locales que ha derivado en que sea la industria la que guíe los destinos de la región. Y a lo cual se suma la implementación del turno 7x7 que terminó siendo un misil a la línea de flotación de la economía local. Con preocupación uno también observa que la educación técnica escolar y superior local sigue estando enfocada en dar respuesta a maquinas que ya están siendo dadas de baja en las mineras.
Es decir, se terminarán sacando al mercado jóvenes que se encontrarán con un nuevo campo laboral para el cual no fueron preparados. Hoy este tema se conversa en la alta esfera pública y privada donde existe plena conciencia de la crisis social que se avecina producto del desempleo. Pero están inmóviles. Y cómo no estarlo si frente a magno problema, esto tiene solo una vía de solución: la unión real entre el mundo público y privado. Esto exigirá la colaboración transversal de los políticos pues estamos frente a un problema que de no ser resuelto nos llevará al precipicio. Problema que también enfrentarán las mineras pues las millonarias utilidades que generarán gracias a la automatización serán contrastadas con masas de personas que llevarán las protestas hasta las puertas de sus edificios corporativos y faenas.
Es necesario que los actores se sienten en una mesa a resolver esta difícil encrucijada y de ahí salga un nuevo pacto entre las mineras y nuestra región. El tiempo para los anuncios cosméticos, se acabó. Hoy es el momento de actuar y poder dar respuesta a la interrogante que nos harán las próximas generaciones de antofagastinos cuando nos pregunten: "Y tú, ¿qué hiciste cuando hubo la posibilidad de salvar a Antofagasta?"
Jorge Ortiz
Periodista