Cuando es casi mediodía, una pareja de ancianos sentados en una banca de cemento en medio del Paseo Prat fuma acalorada después de pasar casi toda la mañana esperando atención en el Hospital Regional de Antofagasta.

"Mi señora tenía que hacerse un control. Tuvimos que esperar desde las 8 AM por atención y apenas hace poco fuimos atendidos. Ahora ya se nos dio la hora para el siguiente control, el cual será recién en julio", cuenta Rodolfo Pavletic, pareja de la mujer.

Carolina Gutiérrez -pareja de Pavletic- utiliza un bastón para movilizarse y cuenta que por ese motivo no puede utilizar la locomoción del TransAntofagasta.

"Para mi es imposible viajar en micro, simplemente no puedo. Tengo que utilizar colectivos, pero solo algunas veces me encuentro con respetuosos que te ceden el asiento delantero", relata.

Sociedad

La experiencia de esta pareja de ancianos reflejan -solo en parte- lo que a diario viven cientos de antofagastinos mayores de edad que, según explican, cada día se encuentran con una ciudad más acelerada y poco amable.

Poblaciones con veredas deterioradas que dificultan el desplazamiento de los mayores, poca empatía de funcionarios, poca paciencia de los transeúntes y en general, una ciudad un tanto más adversa es lo que logran percibir la población ya jubilada.

Cabe destacar que -según el último censo- en la comuna de Antofagasta habitan más de 361 mil personas, y de este universo, más de 43 mil corresponde a ciudadanos mayores de 60 años.

Arturo Miranda es uno de ellos. Con 76 años cuenta que el tema de la calidad de vida de los ancianos pasa exclusivamente por el respeto que les entregue su entorno.

"Creo que existe una cultura que margina 'al viejo o la vieja'. Por ejemplo, a mi me recetaron un medicamento permanente, el cual fui a buscar a la farmacia municipal. Allá me dijeron que no estaba disponible pero que dejara mi número, que lo traerían y me llamarían. Nunca más me llamaron, y vez que voy a preguntar, ni siquiera alcanzo a consultarles y ya me responden 'aún no llega'".

Pero no es el único dato. El estudio Barómetro Imagen Ciudad, elaborado por la ONG Visión Humana, entregó varios detalles y uno de estos tiene que ver con lo amigable que aparece nuestra ciudad para determinados segmentos de la población.

La capital regional es la opción 20 como lugar para vivir para los jóvenes de 18 a 29 años y misma posición como lugar para vivir para los mayores de 50 años, entre 24 comunas medidas a nivel nacional, de acuerdo al estudio anual realizado desde 2010 en Chile.

Así lo corrobora Tomás de Rosa, de 86 años. "Esta es una ciudad para jóvenes, no para viejos. Cuando jubilas se acaba todo. A no ser que te salves con un 'negocito' te arruinas, te empobreces, porque además es muy caro. Yo cada año no me pongo más viejo, sino más pobre".

Calidad urbana

Ya informó este Medio que en Antofagasta, el 80% de su población tiene la percepción que la comuna presenta la peor calidad en el estado de sus calles (según una encuesta del Minvu), siendo esta apreciación la más alta del país.

Esta percepción se hace real en poblaciones como Playa Blanca, Barrio Estación (que está siendo reparada) y otras del sector alto como Miramar, en donde vive principalmente gente mayor.

Al respecto el historiador urbano y académico de la Universidad Católica del Norte, Claudio Galeno, explica que existen una serie de factores que generan esta idea no solo en la mente de los ciudadanos más prístinos, sino que en general.

"En términos generales, creo que la ciudad y la sociedad no es amable con el transeúnte, eso incluye a los ancianos. Hay una dictadura del vehículo y de la falta de regulación y control de la locomoción pública. Autos estacionados donde no deben, paraderos que no se pueden usar porque hay autos estacionados", cuenta. Y recuerda que "si es complicado para un peatón, imagínatelo para un anciano".

Por su parte, la jefa de carrera de Arquitectura de la UCN y especialista en ergonomía, Valeska Cerda, destacó que "Antofagasta dejó de ser la ciudad dormida de antaño, esa que se transitaba lentamente por las calles del centro o por su borde costero".

Arturo, Miranda, 76, años"

"Siento que al lugar al que vamos hay como una percepción de que 'ahí llegó el viejo'. Como si fuéramos estorbo".

Carolina, Gutiérrez,, 67

años"

"Fui al hospital por un control y me dieron hora para julio. Además, existe poco respeto de los jóvenes con nosotros".

Esteban, Araya,, 66

años"

"No creo que la ciudad sea tan adversa con los mayores. El único problema que veo es el mal estado de sus calles".

Onixia, Barraza,, 80

años"

"La dificultad, creo yo, está en la locomoción colectiva, que es muy acelerada y muchas veces no respeta a los ancianos"."

habitantes de la comuna de Antofagasta tiene más de 60 años de edad, según el último censo. 43.389

Terminado quedó el proyecto de conservación de las estructuras del muelle Paposo y mejoramiento de las instalaciones terrestres, cuyo objetivo es dar mayor vida útil a la infraestructura. Las obras del muelle -ubicado en la comuna de Taltal-, fueron dirigidas por la Dirección de Obras Portuarias del MOP.

El seremi Edgar Blanco dijo que la obra inició el segundo semestre del año pasado y estuvo bajo los plazos establecidos. Se invirtieron más de $300 millones. Se consideró la conservación mediante la aplicación de un sistema de protección anticorrosiva en pilotes, el recambio de parrillas y peldaños metálicos de las plataformas de embarque, el cambio de las estructuras metálicas del cabezo, y de losetas del puente de acceso, que estaba deteriorados.

En pleno Balneario Municipal se inició la entrega de dípticos informativos y de sachets de bloqueadores solares, éstos últimos, elementos imprescindibles para todos los habitantes de la comuna, en especial para quienes realizan actividades laborales o recreativas a la intemperie, condición que les lleva a estar expuestos durante largos periodos a los rayos ultravioleta.

Esto porque, recordemos, la región de Antofagasta presenta la mayor incidencia de cáncer de piel en el país. Por este motivo la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS) en conjunto con la Mutual de Seguridad previnieron a los bañistas, no solo con la entrega de cremas y accesorios para prevenir la patología, sino también con explicaciones a las personas, a fin de fomentar el autocuidado.