El mayo feminista
Osven,
exsecretaria de Género de la FEUA
Finalizando este año, no nos podemos despedir sin reconocer el estallido del mayo feminista que vivimos miles de mujeres estudiantes, pobladoras y trabajadoras en las calles, en el que cuestionamos los privilegios de las autoridades y académicos de nuestras casas de estudios, quienes inclusive se empeñaban en ocultar y normalizar actos de violencia machista.
Esta movilización empezó bajo un carácter local, primeramente marcada por la visibilización de los casos de acosos sexuales y abusos de poder, los cuales ejercían profesores de nuestra universidad y que afectan a varias compañeras en los espacios universitarios.
Al calor de nuestra movilización nos organizamos desde una lógica democrática feminista, la que nos permitió detectar estas aberraciones las cuales no solo ocurren en los espacios estudiantiles, sino también que esto trasciende más allá y nos afecta como sujetas de derechos, en la esfera política y social.
Es por esto que, como estudiantes feministas espontáneas y autónomas, decidimos complementar nuestras demandas locales a un pliego de demandas nacionales, llamando así nuestra consigna principal: Contra la violencia machista ¡Educación no Sexista!
Nos dimos cuenta que somos tantas a nivel nacional denunciando actos misóginos y patriarcales que, desde la injusticia y la rabia, nos empezamos a empoderar en aquellos espacios que comúnmente eran solo utilizados por varones.
Hoy en día, nos centramos en canalizar nuestra lucha que dimos en el espectro universitario, en masificarlo en otros sectores que se encuentran las mujeres pobladoras y trabajadoras, para buscar una agenda política única de lucha. Buscamos que se reconozcan nuestros roles ausentes en democracia; el reconocimiento de nuestros derechos sexuales y reproductivos como lo es el aborto libre, seguro y gratuito, y finalmente, la tipificación de la violación desde la falta de consentimiento y no desde la resistencia que opone o no la víctima, entre otros.
Es por todo esto que el desafío como mujeres feministas, es seguir luchando codo a codo por retomar nuestros derechos que se nos han arrebatado desde el inicio de la historia. Nuestra historia.
Javiera