Resultados de estudio en la ciudad
Las conclusiones del informe de la PUC por contaminación por metales en personas, son una excelente noticia para Antofagasta. Esta es una ciudad sana. Claro que hay problemas por resolver, claro que hay procesos por corregir y claro que la situación del arsénico es inquietante. Pero la hecatombe que han repetido grupos de interés es una completa mentira.
Fueron conocidos los resultados del estudio "Metales y Perfil Epidemiológico" -desarrollado por 40 profesionales de la Pontificia Universidad Católica (PUC)-, el cual trajo buenas noticias para Antofagasta.
El informe determinó que las muestras de sangre de los 1.400 voluntarios que participaron de la investigación en Antofagasta, presentaron bajos parámetros de cadmio, cromo, mercurio y plomo. Además se explicitó que su distribución es homogénea, es decir, no hay concentraciones en sitios específicos.
La salvedad fue el arsénico inorgánico, mineral que registró parámetros sobre los valores de referencia en 117 personas, lo que será vigilado por la Seremi de Salud y respecto de lo cual deberá avanzarse en conocer mayores detalles.
Debemos repetir que se trata de una muy buena noticia para la capital regional, pues viene a confirmar que las condiciones sanitarias están en los mismos promedios nacionales. Hay en efecto tres cánceres disparados (vejiga- urinario, pulmón y piel), los cuales están asociados al consumo de agua con arsénico, hecho ocurrido entre 1958 y 1970.
Pero debe enfatizarse que el temor de una catástrofe humana es falso e infundado, tal como los análisis serios lo preveían.
Y esto es fundamental para el futuro, porque si bien cada episodio de una persona enferma es lamentable, como lo es cada caso de contaminación, Antofagasta está absolutamente lejos de ser una "zona de sacrificio", o un "Chernobyl", tal cual lo repiten equívocamente personas y grupos, cuyos intereses a esta altura son sencillamente sospechosos e inaceptables.
Es claro que hay problemas en la ciudad. Muchos han sido identificados y sancionados y otros están en pleno desarrollo, pero, en general, Antofagasta es hoy mejor que ayer y va en un tránsito de mejora continua. Negar eso es necio y falta flagrantemente a la verdad y causarle un daño de magnitud a la imagen misma de nuestro hogar.
Hay que mejorar muchos procesos, pueden discutirse muchas decisiones y obras, pero lo que no puede seguir tolerándose es la mentira contumaz de algunos grupos y el daño a la imagen de la ciudad.