Pago de horas extras en Municipio
El gasto en estos ítemes no es ilegal, pero sí es discutible en aquellos casos de personas que ocupan altos cargos o son de confianza de la principal autoridad. Tal como lo citó el alcalde y presidente de la Asociación de Municipalidades de la Región, Sergio Orellana, los cargos de confianza trabajan de la mano con el alcalde, por lo que no podrían cobrar "extras".
Una obvia polémica se abrió tras el conocimiento de los millonarios recursos que destina la Municipalidad de Antofagasta al pago de horas extras, en particular a personeros de alto rango y confianza.
Lo primero es que este desembolso es un proceso normado por la autoridad, pero que debiera tener algunos matices cuando se trata de ejecutivos que ya tienen sueldos costosos, acorde a la responsabilidad que ostentan.
El informe de Estado Financiero de Contraloría, precisó que la casa consistorial de Antofagasta gastó $1.110 millones en cancelar trabajos extraordinarios, entre personal a contrata y planta durante 2017 y hasta junio de este año la cifra ya ascendía a $679 millones.
Hay casos que llaman la atención. Hay personeros cuyo último sueldo ascendió a $5 millones 104 mil pesos, pero suman pagos por otros $5 millones en horas extras; o el de Héctor Gómez, el administrador municipal, quien suma $11 millones en horas extras, en un contexto de tener un último sueldo ascendiente a $5 millones 936 mil, por nombrar algunos.
Según la información recopilada por este Diario a través de Transparencia Activa, hay 53 altos funcionarios que perciben más de 400 mil pesos mensuales gracias a sus trabajos extraordinarios. Tratándose de puestos de confianza, debe repetirse, con altísimos costos, ¿es correcto que sumen además, otros ingresos?
Porque no es lo mismo con funcionarios de bajo rango, con sueldos muy menores.
Una respuesta la dio el alcalde y presidente de la Asociación de Municipalidades de la Región, Sergio Orellana, quien tildó de "poco ético" este alcance, en los casos específicos de los cargos de confianza que ya reciben un emolumento oneroso por sus tareas.
"Uno como alcalde trata de gastar poca plata en horas extra. Si es que se cobran, ojalá sea en los cargos más bajos", explicó.
Es posible que el asunto caiga en lo ético y en la responsabilidad exigida para quienes deciden trabajar en lo público. Si así fuera, que la discusión avance en tal sentido es perfectamente sano para todos.