Constanza Caldera Pfeiffer
María, quien pide no revelar su apellido, llegó a Chile desde Bolivia junto a su esposo hace un año y medio, con la intención de trabajar.
La pareja aprovechó la oportunidad y decidió inscribirse en el proceso de regularización migratoria impulsado por el gobierno.
Hace tres semanas María fue citada a Extranjería para el estampado de su visa. Debía presentarse a las 10 de la mañana, pero al final no lo hizo.
"No he hecho los trámites del papel de antecedentes, además tuve una emergencia familiar (la muerte de un hermano) y el dinero para la visa lo tuve que gastar en otra cosa", confiesa.
Su caso no es aislado, pues a tres meses de iniciada la entrega de visas para los extranjeros inscritos en el proceso de regularización, sólo un 12,5 % de los registrados ya concretó este trámite.
Según lo informado por la Gobernación de Antofagasta, apenas 745 visas han sido otorgadas en la provincia, de un total de 5.916 inscritos.
De éstas, Colombia lidera la lista con 441 regularizados, Perú 120, Venezuela 59, Bolivia 91, Ecuador 20, Cuba 8, República Dominicana con 4 y Paraguay con 2.
Una cifra baja, y que según lo informado por la gobernadora de Antofagasta, Katherine López (UDI), respondería a dos inconvenientes.
El primero, a la falta de recursos para cancelar la visa (tiene un costo de US$90), y el segundo a no disponer del certificado de antecedentes, el cual debe ser solicitado por el interesado ante los respectivos consulados.
López agregó que diariamente son citadas entre 50 y 60 personas. Sin embargo, las que logran obtener su visa bordean las 15.
"Muchas de ellas llegan a presentar alguna excusa o a solicitar información porque no disponen en ese momento de los $90 dólares. Por ello, solicitan una extensión del plazo para poder reunir el dinero", declaró.
Certificado
López indicó que en el caso de la entrega del certificado de antecedentes, se han presentado inconvenientes, por ejemplo, con el consulado de Perú.
Esto, porque deben trasladarse hasta Iquique. Aunque este consulado ha realizado operativos en la ciudad.
"Pero esto tampoco ha sido suficiente para ayudar a todas las personas que están en este proceso. Por lo tanto, la mayoría igual debe trasladarse hasta Iquique para obtener este certificado", explicó.
En el caso de Venezuela, producto de la situación política y social que enfrenta el país, los inscritos también han tenido dificultades para obtener la documentación requerida.
El encargado de la Oficina Regional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Víctor Flores, indicó que para dar solución a estos problemas, desde Cancillería se han realizado gestiones.
"Hay situaciones relacionadas con la obtención de documentos en el país de origen, que puede generar en algunos casos dilación. Hay países donde es muy expedito, como Colombia, pero en el caso de Venezuela se producen algunas dificultades", declaró.
Flores agregó que otra de las razones es que muchos entregaron información para ser notificados que ya no se encuentra vigente.
El presidente de la Colectividad de Colombianos Residentes en Antofagasta, Benjamín Cruz, declaró que si bien el proceso de regularización es positivo, está mal implementado.
"Sin duda es una contradicción querer regularizar personas, pero a la vez no darles la posibilidad de trabajar. ¿Quién puede subsistir de esta manera? Nadie tiene ahorros suficientes para aguantar hasta un año sin laborar", declaró.
Cruz agregó que por este motivo las personas se han visto enfrentadas a una situación de vulnerabilidad.
Entrega de visas
El proceso de entrega de visas comenzó el 7 de agosto pasado y se extenderá hasta julio del 2019. Una vez finalizado este plazo, quienes no hayan realizado el trámite para la obtención de su visa, pueden ser expulsados del país. Según informaron desde la Gobernación de Antofagasta, mientras los extranjeros inscritos en el proceso de regularización están a la espera de la entrega de sus respectivas visas, disponen de un documento que acredita que ésta se encuentra en trámite. Sin embargo, este comprobante no les permite trabajar, lo que ha generado algunas críticas desde distintas colectivades.