Cristian Castro Orozco
A casi dos meses de asumir la dirección regional del Servicio Nacional de Menores (Sename), la asistente social María Inés Verdugo analiza la discusión en el Congreso del proyecto de ley que pretende elevar en un 25% el monto de las subvenciones para las residencias de menores.
La ley supondría que el gasto estatal que se hace por niño o niña acogida por alguno de los centros colaboradores del Sename, que actualmente es de $388 mil, suba en $96 mil mensuales. Pero las aspiraciones ya sufrieron su primer traspié.
Esto, porque hace una semana la Comisión de Familia de la Cámara de Diputados dejó sin financiamiento el aumento. Por ello, María Inés Verdugo hace un llamado a los parlamentarios.
"Como Sename hacemos un llamado a los parlamentarios de nuestra región a aprobar esta iniciativa legal impulsada por el Gobierno, por cuanto los niños no pueden esperar".
Región
En la región actualmente funcionan cinco residencias de protección (cuatro en Antofagasta y una en Calama) a cargo de organismos colaboradores que reciben subvención.
¿Cuál es la situación local que atraviesa el Sename?
-En relación al sistema residencial, tenemos 163 plazas (cupos) para todos la región, y esto ocurre porque lamentablemente se han cerrado algunas residencias, lo que significa que muchas veces tenemos que desarraigar a nuestros niños y niñas y trasladarlos a otras regiones para atender sus necesidades. Entonces creemos que esta ley que fue rechazada fue mal entendida, porque a lo único que aspira es a mejorar una subvención que durante muchos años se ha deteriorado progresivamente y ahora solo alcanza a cubrir el 50% de las necesidades de cada uno de los menores.
Centros
En Antofagasta aún funcionan los centros Amor y Vida (de Corporación los Laureles); Barbara Kast (Fundación María Ayuda); Laura Vicuña (Hogar de Cristo) y Aldea SOS Antofagasta. En Calama, en tanto, el Tierra de Niños (Corporación lLos Laureles).
No obstante en diciembre de 2017 dejó de funcionar la residencia Padre Alberto Hurtado, perteneciente a la Fundación Hogar de Cristo, destinada a niñas entre 6 y 18 años.
"La oferta de cupos disponibles se ha ido jibarizando. Podría decir que hace 10 años, en la región había capacidad para atender entre 400 a 500 niños, pero ahora incluso algunas comunas ya no cuentan con estos sistemas de residencia", cuenta Verdugo.
Críticas
¿Qué opina sobre la crítica que existe con respecto a la calidad del servicio que brinda el Sename?
-Creo que hay que separar las cosas. En primer lugar, dejar establecido que hoy los recursos (para el Sename) no alcanzan. En segundo lugar, que a la función de la política pública, actúan como colaboradores organismos que son privados. Respecto al funcionamiento de los centros, si uno no tiene los recursos suficientes ¿cómo voy a exigir un sistema de garantía, que además se establezcan estándares deseables en la atención si no cuentas con los recursos suficientes? Obviamente la atención que uno espera que se entregue tendrá un déficit, y en ese escenario ahora nos encontramos.
¿Depende también de la falta de financiamiento la alta tasa de espera que existe de menores en la región para acceder a atención psicosocial por parte del Sename?
-Sí, nosotros estamos trabajando de manera muy coordinada y colaborativa con los Tribunales de Familia para ir disminuyendo esas listas de espera, pero creo que es un buen ejemplo de que hay más niños con necesidades que no están siendo atendidos, y eso no pasa por los pocos recursos que tenemos.
Rotación profesional
Los profesionales que trabajan con el Sename dependen de la institución colaboradora…
- Claro, pero ahí hay un tema. Debido a la baja subvención que tenemos existe una alta rotación de profesionales porque los sueldos que reciben no son del mercado. Probablemente cualquier profesional que egrese de la universidad, llegue a trabajar a las redes del Sename, pero una vez que halla un mejor trabajo, emigra de esta red y eso también es uno de los elementos críticos para la atención de los menores porque no hay un referente significativo que tenga una permanencia con los niños. Entonces tenemos una familia ausente, o que ve esporádicamente a sus hijos, y por otro lado tenemos a que esos adultos significativos que podrían estar trabajando en el sistema residencial, tienen una alta rotación.
¿Cuáles son los desafíos a nivel regional de esta institución?
-Ampliar la oferta programática y contar con los sistemas que hoy no tenemos, eso va emparejado con contar con una mayor cantidad de instituciones colaboradoras. En estos momentos las oferta del Sename en la región está concentrada en cuatro o cinco colaboradores y eso no es sano porque se les recarga la tarea a los que están y creo que es bueno diversificar la oferta programática. Además hicimos una presentación al Consejo Regional donde planteamos estos desafíos que son; tener mayor cantidad de residencias, tener una especializada para niños con discapacidad, y tener una que atienda a niñas con embarazo precoz para que estas no sean separada de sus hijos.
"En estos momentos la oferta del Sename en la región está concentrada en cuatro o cinco colaboradores, y eso no es sano porque se les recarga la tarea y siempre es bueno diversificar la oferta programática"."
"Probablemente cualquier profesional que egrese de la universidad, llegue a trabajar a las redes del Sename, pero una vez que halla un mejor trabajo, emigra de esta red"."