Monumentos históricos se deterioran mientras esperan definir su futuro
PATRIMONIO. La voluntad de los propietarios es clave para recuperar valiosas edificaciones.
Uno de los monumentos históricos de Antofagasta, las Ruinas de Huanchaca, viene sufriendo hace por lo menos cuatro años daño de sus muros. Una serie de rayados con spray fueron encontrados en la parte alta y sur de la que fuese una fundición de metales hasta el comienzo del siglo pasado.
Sin embargo, su administración tomó cartas en el asunto y ya están gestionando la remoción de los graffitis. Una atención que a simple vista no reciben otras edificaciones históricas de la ciudad. Son los propietarios de estos inmuebles los que tienen la última palabra cuando se trata de su cuidado o restauración.
Casos
Ubicada en la calle Sucre, entre Ossa y Matta, el exTeatro Nacional fue un ícono de la cultura y las artes en Antofagasta. En su última etapa de funcionamiento, que finalizó en 2003, era el único cine de la capital regional.
Cuando se proyectaba alguna película de éxito en taquillas, las filas de personas ocupaban completamente la manzana que rodea al recinto. Una escena que se borró con la llegada de la primera cadena de cines a la ciudad.
La imagen actual es opuesta. Los candados que luce en sus puertas son el símbolo de su descuido y abandono.
El inmueble fue declarado Monumento Histórico Nacional en diciembre del año pasado. La gestión buscó protegerlo ante una eventual venta por parte de la inmobiliaria Conosur, propiedad de la familia del empresario antofagastino y Ancla de Oro, Jonás Gómez.
Para el concejal Camilo Kong, el problema no tiene que ver con la falta de recursos económicos. "Los dueños del ex Teatro Nacional no han tenido la disposición para poder buscar una opción que les beneficie a ellos y a la comunidad", acusó el edil.
Otro caso emblemático es el de la Casa Abaroa, emplazada frente al corazón del Parque Brasil. Fue donada al Estado por la familia que le da su nombre y luego entregada en comodato a instituciones como Fonasa o la Fuerza Aérea.
No obstante, el otrora hogar del empresario Andrónico Luksic no recibió el suficiente resguardo.
El lugar intentó ser protegido por la Corporación Cultural Casa Abaroa. Esa entidad limpió su interior y pintó la fachada en 2004.
Además, estaban tratando de desarrollar un proyecto que transformaría la edificación en una plataforma cultural. Pero la idea no pudo concretarse.
Según uno de los miembros de la organización, el ex intendente de Antofagasta, Jorge Molina, la iniciativa no prosperó por desinterés del Gobierno Regional, propietario del inmueble que fue declarado Monumento Histórico Nacional en 2008.
"Dejamos de gastar en su cuidado porque el dueño nunca decidió qué hacer con ella", precisó Molina.
Barrio histórico
En pleno Barrio Histórico, en la intersección de las calles Bolívar y Washington, se halla otro sitio que quizás la mayoría de los antofagastinos no reconocen por su nombre, pero que de seguro conservan en su retina. Son las casas Dauelsberg y West Coast.
Su paredes verdes muestran un evidente deterioro. En su primera planta alberga una mueblería que arrienda el lugar para funcionar.
Al preguntar por los dueños, uno de ellos -que no se quiso identificar- apareció desde un ventanal ubicado en el segundo piso. "Desde que la declararon monumento (hace 10 años), nadie ha venido ni siquiera a ofrecerme pintarla", denunció.
En contraste a lo señalado por el propietario, el concejal Camilo Kong dijo que si bien se ha intentado restaurar la vivienda, la "intransigencia" de su dueño lo ha impedido.
"Los dueños del exTeatro Nacional no han tenido la disposición para poder buscar una opción que les beneficie a ellos y a la comunidad".
Camilo Kong,, concejal"