Redacción
"Canciones preferidas: Don't stop me now, Bohemian Rhapsody, Another one bites the dust, We are the champions, Crazy little thing called love".
Jorge Ortiz"
"Rapsodia bohemia" -"Bohemian rhapsody"- debe ser una de las pocas canciones que ostenta alcanzar el número 1 con 16 años de diferencia en Inglaterra, país de su lanzamiento.
La primera fue en 1975, el año de su presentación en el magnífico "A night at the opera", y luego, en 1991, tras la muerte de Freddie Mercury, autor de la obra.
Aquellos 5 minutos con 55 segundos eran, en opinión del guitarrista Brian May, la "niña de sus ojos" para Mercury, cantante nacido en Zanzíbar como Farrokh Bulsara, pero inmortalizado como uno de los emblemas de la generosa oferta inglesa y uno de los mejores frontman de la escena del rock.
He matado a un hombre
Pocas canciones tienen inicios tan complejos: "¿Es esta la vida real? ¿Es solo fantasía?... Mamá, he matado a un hombre".
La letra escrita entre 1974 y 1975 es sui generis para un género mucho más marcado por las letras vacías y ritmos repetitivos. Esto es distinto.
Pero todos los expertos y fanáticos de la banda londinense coinciden en que esta es la carta de presentación de una banda que cosechó 15 álbumes de estudio y siete en vivo entre 1973 y 1995.
Fue precisamente "Rapsodia bohemia" el nombre elegido para titular el filme que por estos días se exhibe en los cines de Antofagasta y el planeta.
Y otra vez esta pieza tan imprescindible abre las puertas para el diverso universo de una agrupación que completaban Roger Taylor, en batería, y John Deacon, en bajo.
Desde "Queen", su primer trabajo, el grupo consiguió desfilar por mezclas que fueron arriesgados. Siempre remontaron al rock, pero coquetearon con el pop, la ópera, el punk, la música negra, el funk y otros.
Lo de Queen es un sonido reconocible, tanto por la voz de Mercury, como por la guitarra de May, un doctor en astrofísica (visitó Paranal hace algunos años) quien pocas veces abandonó su "Red Special", un instrumento que construyó junto a su padre y que acompaña con una moneda de seis peniques por uñeta. De allí que su sonido sea definitivamente característico y por ello, y más, estar en el podio de los músicos más creativos de la historia.
Los ESTADIOS como CASA
Es casi un hecho que el fuerte del grupo fueron las presentaciones en vivo. Allí se consolidaron como una máquina bien aceitada y demoledora.
La prueba son algunos discos como "Killers", "Montreal 78", "Wembley 86" y, por supuesto el "Live Aid", el que, para muchos, es el mejor show de la historia.
Es allí donde Mercury conseguía desplegar todo su potencial, como cantante y hombre en el escenario.
A veces de "macho man", otras bajo una estética gay, pero siempre en contacto con una audiencia que sabía perdonarle todos sus excesos.
"No seré una estrella de rock. Seré una leyenda", dijo en alguna entrevista y tal aspecto es muy bien retratado y logrado en el filme protagonizado por el norteamericano Rami Malek.
En efecto, gran parte del éxito de los ingleses fue cimentado en el hecho de que era una "banda de estadios". Compusieron varios temas masivos, recurrentes hasta hoy en eventos deportivos de todo tipo: "We are the champions", "We will rock you", "Somebody to love", siguen generando una comunión con sus fans.
Tamara Miranda, periodista de Soyantofagasta no descarta esa tesis, pero apunta más a otro aspecto: la complejidad musical en su carrera.
"Eso me encanta. Además de la voz de Freddie, aunque Queen sin Freddie también se sostiene", dice.
El periodista Simón Perretta estima que el concurso que generan esas canciones masivas es una clave.
"Además de una enorme calidad vocal y musical, su estilo es atemporal y se ajusta a todas las generaciones. Además es de esas bandas que más que canciones logran construir himnos".
Eduardo Parraguez, otro periodista se afirma en lo clásico del sonido.
"A los 10 años, grandes éxitos se escuchaban todo el día, como 'I want to break free" y Radio Gaga'".
Otra de las consideraciones de los londinenses es que los cuatro integrantes componían, aunque May y Mercury eran quienes cargaban con el grueso de los éxitos.
Giras, composiciones, drogas, sexo y rock, fueron la vida normal por años, hasta que la historia comenzó a llegar a su final en 1986, con los últimos show de la gira "A kind of magic" y, principlamente la desventura de Mercury con el VIH.
El espíritu de su vida retratada en "Don't stop me now", puede ahorrar detalles.
"De todos modos, el viento sopla", escribió al final de lo que parece su propia rapsodia. Y eso, sus fans lo saben.
"Bohemian rhapsody, Somebody to love, We will rock you, Under pressure y Don't stop me now son las que elijo".
Nicolás Salinas"
"Siempre estoy escuchando: Spread your wings, Killer queen, Love of my life, Invisible man, Friends will be friends".
Tamara Miranda"
"Canciones preferidas: Show must go on, We will rock you, Bohemian rhapsody, Who wants to live forever y Love of my life".
Christian Godoy"
"Yo me quedo con Save me, Somebody to love, Bicycle race, Don't stop me now y Bohemian rhapsody".
Felipe Lerzundi"