José Francisco Montecino L.
Un pasillo estrecho, sin ventilación y sin vías de escape. Un corredor estrecho, de 10 metros de largo por 5 de ancho, lleno de literas y casilleros. En estas condiciones viven alrededor de 15 y 18 funcionarios del Centro Penitenciario de Taltal.
Pero el escenario no es distinto para el resto de la Región de Antofagasta.
Luego que estallara la paralización indefinida a nivel nacional de funcionarios de Gendarmería, la discusión por sus condiciones laborales reaparece.
"Todos los gobiernos postergan al personal de Gendarmería, no le dan el valor que significa el eslabón de seguridad que representa", recalca el presidente de la Asociación de Suboficiales y Gendarmes de Antofagasta, Héctor García.
Según explica el dirigente nacional de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), el cabo segundo César Padilla, "la movilización se basa en solicitar al gobierno una mejoría en la carrera funcionaria del personal".
Padilla recalca que esto es el corazón de la paralización. La intención es dignificar la carrera y solucionar la problemática que genera un estancamiento en el ascenso en el escalafón.
Funcionarios de Gendarmería sostienen que pueden llegar a estar hasta 15 años en un mismo grado.
Calidad de vida
Los funcionarios penitenciarios acusan que a nivel regional la calidad de vida es deficiente.
Además del pasillo angosto donde duermen los funcionarios con turno de guardia nocturna en Taltal, el complejo penitenciario cuenta con graves fallas en el sistema eléctrico.
El dirigente de Anfup provincial de Taltal, el cabo Ernesto Cayupul, comenta que la red eléctrica se encuentra colapsada. La energía puede llegar a la población penal o a funcionarios del centro. Sin embargo, no alcanza para los dos grupos.
Los funcionarios del Centro Penitenciario de Calama relatan que también cuentan con graves problemas de hacinamiento.
El gendarme primero y secretario de Anfup provincial El Loa Calama, Neilsvan Labra, relata que en una habitación que es para cuatro personas, llegan a vivir seis y hasta ocho individuos.
Labra cuenta que estas habitaciones sufren de filtraciones de agua, puertas rotas y problemas de pintura. "Se han solicitado reparaciones pero nunca hay dinero", enfatiza.
El secretario añade que las piezas tienen poca ventilación, lo que provoca un calor sofocante.
Carrera
Los funcionarios opinan que la calidad del trabajo no vuelve a Gendarmería como una carrera atractiva para reclutar nuevos funcionarios para la institución. Además, suman a eso el alto costo de vida que representa la Región de Antofagasta.
Según explica Padilla, en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado (CCPC) del Nudo Uribe, en Antofagasta, son en total 100 funcionarios para un poco más de 1.300 internos.
Esto se repite en varias provincias. En Tocopilla, según cuenta el presidente de Anfup provincial Oscar Fierro, el Centro Penitenciario del lugar tiene 84 funcionarios para 362 reclusos.
En la noche, el complejo de Calama cuenta con tan solo dos funcionarios como personal de guardia interna, para un total de 520 reclusos.
Padilla relata que el proceso eleccionario de vigilante diurno se efectúa en su totalidad en la Región de Antofagasta. "En el sur llegan cerca de mil. Acá, solo 70", dice el dirigente.
100 gendarmes es la dotación con que opera la cárcel concesionada de Antofagasta, ubicada en el Nudo Uribe, quienes deben vigilar a cerca de 1.300 reclusos.
2 funcionarios nocturnos cuidan a una población de 520 reclusos en el Centro Penitenciario de Calama, según denuncian los dirigentes de los gendarmes en paro.
2.000 gendarmes se han adherido a la movilización nacional iniciada el lunes por los funcionarios de Gendarmería, cuyo carácter es indefinido.