Padre nuestro
Padre nuestro
que estás en el cielo
que sabes mis cuitas
y auscultas mi anhelo,
escucha un instante
mi voz temblorosa
y humilde y distante;
mi voz que fué dura,
inflexible y altiva,
que no supo de ruego
y que es hoy suplicante.
Aquí me tienes
Señor de
los cielos
ante TI de rodilla,
con los ojos clavados
en el polvo mezquino
y temblando de
angustia
mi frágil arcilla...
Aquí estoy, ante TI, ya
de hinojos
a trechos de facie
teñida en sonrojo
y preso de un raro
extraño dolor....
Y yo que nunca he
implorado
para mí una gracia
hoy vengo por ellos,
PADRE NUESTRO
a pedirte un favor
Tú conoces su vida...
Es la misma que otrora,
hace ya veinte siglos
viviste en Israel...
Yo te pido por ellos
por todos los que sufren;
por los mismos que
viniste
al pesebre de Belén;
por aquellos que, un día,
en la Cruz expiraste...
Por ellos, por los pobres
a los que Tú tanto amaste,
por ellos te imploro
de hinojos. Ya ves.
Y por ellas, las eternas
azucenas marchitas
que entregan su carne
por dinero o placer;
y por las otras que caen
en la red de Afrodita
y engrosan la turba
de las hembras malditas,
por ellas te pido
clemencia, también.
Comprendo que es
grande
tu Amor; y que es buena
para todos tu alma
santamente serena:
no levantaste a Lázaro?
No perdonaste a
Magdalena
Y al pueblo inconsciente
que te ultrajo
en Jerusalén?...
Perdón
para ellos
para mí
y para todos
los que arrastran sus
penas
por el mísero lodo
sin ninguna esperanza
sin amor
y sin fe...
Padre nuestro
que estás en el cielo..
un santo para antofagasta