Constanza Caldera Pfeiffer
Cuatro décadas se cumplen hoy desde que la imponente Torre Edmundo Pérez Zujovic fuera inaugurada y se convirtiera en el edificio más alto de Antofagasta y del norte del país.
Esta construcción más conocida como "Torre Coca Cola", por la publicidad que hasta hace unos cinco años se encontraba instalada en su techo, ha sido testigo del desarrollo que experimentado por la ciudad en estas cuatro décadas.
El arquitecto Óscar Morales Nilo, destaca lo que significó la construcción de esta torre en un lugar donde además se encontraban emplazados otros dos importantes edificios: El Curvo y El Caliche.
"Fue el primer edificio tan alto de la ciudad, y también en conjunto con El Curvo fue un proyecto emblemático, incluso a nivel de país", indicó.
Morales destacó además detalles de su construcción, como la utilización de mosaicos.
"Dentro de la arquitectura que había en Antofagasta vino a innovar en una serie de elementos, incluyendo la utilización de materiales como mosaicos en porcelanatos y otros revestimientos más sofisticados", señaló.
Experiencias
Sus residentes son testigos del progreso que ha tenido la ciudad. Ellos recuerdan la escasa cantidad de edificios en altura que en 1978 existían en el sector de Gran Vía.
Además comentan que cuando llegaron a este lugar, barrios como el "Parque Inglés", ni siquiera comenzaban a ser construidos.
La presidenta de la comunidad de este edificio, Iris Pizarro Ossuna, llegó con sus hijos y esposo a vivir a esta torre hace 40 años, destacando la calidad de esta edificación.
"El edificio está muy bien mantenido, tenemos todas las certificaciones al día, y estamos orgullosos de nuestra casa", comentó.
Además destaca la altura de esta torre. "En ese entonces era el más alto. Puede haber edificios con más pisos que este, pero el que tiene la mejor vista de toda la ciudad es el nuestro", afirma.
Pizarro asegura que su experiencia como vecina de este edificio ha sido muy positiva.
"Ha sido grato vivir en este edificio. Es tranquilo, existe harta unidad entre los vecinos. Tenemos un grupo de adultos mayores. Otro que hace gimnasia, tenemos nuestra red de apoyo cuando la necesitamos", declaró.
La directora del comité de administración del edificio, Geisha Soto, también lleva 40 años viviendo en este lugar y recuerda alguna de las emergencias que han debido enfrentar, como el aluvión del 18 de junio de 1991.
"Cuando fue el aluvión se llenó de barro el primer piso (del edificio). Entonces, no podíamos salir, estábamos todos atrapados. Por eso, sólo una persona tenía que salir a comprar pan y los alimentos básicos. Estuvimos sin luz ni agua", recordó.
Soto también comenta la intensidad con que se perciben lo movimientos telúricos en este edificio, el que por su construcción antisísmica ha soportado sin mayores dificultades los terremotos de las últimas cuatro décadas.
María Jimena Jiménez, directora de la directiva del edificio, reside ahí hace 23 años junto a su hijo menor, quien compró un departamento en el octavo piso.
"La vida es muy tranquila en este edificio. Los más desordenados a veces son los más jóvenes que llegan a vivir aquí, pero ya todo eso se ha ido mejorando", comentó.
Se inauguró el 12 de octubre de 1978, convirtiéndose en el más alto de la ciudad (92 metros), destronando al Edificio Centenario. Ahora, es el Ícono. Altura
Este edificio fue diseñado por los arquitectos Ricardo Pulgar y Sergio Gaete, y construido entre los años 1972 y 1977 por Eduardo Vigil. Diseño
El edificio tiene 24 pisos que albergan un total de 135 departamentos. Posee dos ascensores, un helipuerto en su azotea y una terraza convertida en quincho. Forma
Nombre Se debe al empresario y político antofagastino Edmundo Pérez Zujovic. En 1995 se instaló un letrero de Coca Cola, pasando a ser conocido por esta Material