Dániza Urrutia Sepúlveda
A unos 40 kilómetros al sureste de Antofagasta y en terrenos utilizados por el Ejército para sus ejercicios (sector Portezuelo), se realizó la Segunda Destrucción de Explosivos de este año, actividad programada por la Comisión de Material de las Fuerzas Armadas y Carabineros.
En esta ocasión se hizo la detonación controlada de unas 2 toneladas de "plasma" de un total de 17 toneladas que deberán ser eliminadas en el curso de dos semanas. La tecnología plasma se ocupa en Chile desde 2008 en el mercado de obras civiles, con una capacidad de fractura de volumen (m3) bastante reducido.
A partir del conocimiento de la técnica y los sistemas de iniciación, se desarrolla su potencial para trabajar en volúmenes de procesos mineros. Es una mezcla de sales metálicas de expansión rápida, capaz de iniciar una reacción termoquímica al suministrarle una chispa de alto voltaje en un espacio confinado.
La actividad fue encabezada por el subsecretario para las Fuerzas Armadas, Juan Francisco Galli, y el Director General de Movilización Nacional, general de Brigada, Jorge Morales. Además contó con la presencia de diversas autoridades gubernamentales y militares.
Respecto de la destrucción de esta cuantiosa cantidad de explosivos, el subsecretario valoró lo que está haciendo la Dirección General de Movilización Nacional.
"Nosotros por acuerdos internacionales tenemos que destruir los explosivos que no son utilizados y son desmilitarizados, y especialmente en esta región es relevante, porque aquellos explosivos que son mal utilizados por desconocimiento, por mala preparación o porque son abandonados, pueden causar daño en la población", dijo.
Explicó que en la región en años anteriores, hubo eventos de mala utilización de explosivos que han causado heridos y lamentables fallecimientos, y por lo tanto, dicha destrucción es importante en términos de que se saca del mercado y del acceso del público elementos que son altamente peligrosos.
Destacó que en este caso fueron detonados explosivos entregados en forma voluntaria por las empresas.
"Es un complemento con el sector privado que muchas veces no puede disponer de los explosivos, ya sea porque pierden su certificación o no son útiles para una determinada operación minera" sostuvo.
Destrucción
En tanto, el general de Brigada, Jorge Morales agregó que en total serán destruidas 17 toneladas de plasma.
"Debido a su inestabilidad hemos decidido hacerlo en Antofagasta, minimizando los riesgos, dado que en la zona existe una filial de Famae que tiene los expertos necesarios para actuar con el mayor de los sigilos. Lo importante es que acá estamos alejados del radio urbano y el principal interés es hacer esta destrucción en forma anual y liberar de alguna forma nuestros depósitos aminorando el riesgo de accidentes", comentó.
El director de Control de Armas, Explosivos y Seguridad Privada de Carabineros, general Diego Olate, agregó que la institución está a cargo de la Autoridad Fiscalizadora a lo largo de todo el país, y en ese contexto la responsabilidad se enmarca en los procesos de habilitación de todos aquellos componentes que conforman el sistema.
"Estamos hablando de una entrega voluntaria donde una empresa se compromete con la seguridad. Lo mismo ocurre con las armas, ya que anualmente está prevista la destrucción de todas aquellas que fueron entregadas o que caen en comiso" dijo.
Hay que precisar que el proceso de preparación y detonación fue realizado por la Fábrica y Maestranza del Ejército de Chile (Famae).
El material estaba almacenado en el Regimiento Logístico del Ejército N°2 "Arsenales de Guerra" (cuartel N°2 Batuco). bajo estrictas medidas de seguridad.