Dániza Urrutia Sepúlveda
El miércoles 29 de agosto es un día que no podrán olvidar. En la mañana recibieron la peor noticia que un padre puede aceptar. Daniela de 14 años moría en una sala de urgencia del Hospital Regional luego de ser atropellada por el conductor de una camioneta cuando estaba por llegar al Liceo B-13.
Allí comenzó la tragedia, el dolor interminable. Sus padres Bernardo y Daniela no encuentran descanso, no pueden dormir, se cuestionan, están viviendo un duelo. Lo único que piden es justicia.
"Tanto que se luchó por la Ley Emilia y vemos que las leyes no son tomadas en cuenta. El autor del atropello salió en libertad después de pagar una fianza de $2,5 millones y nosotros estamos viviendo con este dolor. Al momento del accidente él huyó y si no fuera por el chofer de un colectivo que lo siguió, se hubiera escapado. Le dieron el beneficio de pagar y regresó a su casa, aunque tiene reclusión nocturna, pero su vida continúa igual. Esto nos tiene muy mal", señalaron.
El padre de Daniela, que cursaba primer año medio y que ese día estaba a punto de llegar a su liceo, explicó que nadie se ha acercado a ellos para darles apoyo.
"Esto va a pasar como un accidente más, salvo por el apoyo del liceo y la Cmds, pero ninguna autoridad se ha hecho presente. Llegarán las fiestas y nadie se va a acordar del caso, porque este no es período de captar votos, entonces nadie se interesa por buscar justicia", precisó.
Hay que recordar que ese miércoles cerca de las 7:30 horas de la mañana Daniela Fernanda cruzó por un paso donde el peatón tiene preferencia.
Atropello
El chofer de la camioneta, Carlos Ramos Alfaro, conducía por avenida Rendic y al llegar a la intersección con calle Paraguay impactó a la adolescente, la cual a raíz del golpe, fue lanzada a varios metros del lugar donde caminaba.
Casi tres horas después, Daniela falleció en el hospital.
"El miedo que tenemos es que no se haga justicia y esto quede en nada. Cada día que pasa vemos que esto no avanza. Nuestra hija salió de casa a estudiar, era una chica tranquila, responsable, de buenas notas. Nunca esperamos que esto ocurriera, ya que mi hija salió a estudiar y regresó en un cajón", dijo.
El dolor de la familia es tal que debieron enviar a sus otros dos hijos menores de 11 y 7 años hasta La Serena, donde sus abuelos, porque lloraban todo el día.
Los padres en tanto intentan mantenerse ocupados para mitigar el dolor por la irreparable pérdida que les afecta.
"Mi hija era una niña tranquila, con excelentes notas. Era ordenada, no salía de noche y al acostarse nos entregaba su celular, como es nuestra costumbre para que los niños duerman como corresponde. Ella tenía un futuro por delante y ahora ya no está", dijo.
Hay toda una familia que ahora está afectada: hermanos, abuelos, tíos y primos.
Por eso este viernes, a partir de las 18 horas, invitan a la comunidad a participar en una marcha que partirá desde calle Maipú (frente al Mall).
días de plazo dispuso el Juzgado de Garantía para investigar el mortal atropello de la estudiante. 120