Para los actuales estándares del fútbol, Ismael Almendares (31) "explotó" tarde. Recién con 26 años el delantero antofagastino debutó en el profesionalismo de la mano de Municipal Mejillones, en la Segunda División.
Hasta ese momento toda su carrera como futbolista transcurrió en el amateurismo, jugando en clubes de barrio y sin ninguna formación profesional. Nunca pasó por las divisiones inferiores de algún club. Su juego y técnica los forjó en la calle en esas eternas pichangas con arcos hechos de piedra. El talento siempre estuvo.
Su club "formador" fue el Audax Italiano de la Asociación del Fútbol de Antofagasta, donde jugó hasta los 19 años. De ahí saltó al Club Estibadores de Génova de Mejillones. Tras una buena campaña, Jaime Carreño, DT de Municipal Mejillones en aquel entonces, se fijó en sus condiciones y lo invitó a integrar las filas del club que militaba en Tercera División.
Sin embargo alcanzó a jugar solo un año en esa división, ya que una regla estipulaba que la edad de los jugadores de los equipos participantes debía ser menor a 23 años. Tuvo que regresar a Estibadores de Génova donde estuvo otros dos años.
Fútbol profesional
En 2013, se realizan gestiones para que Municipal Mejillones postule a Segunda División Profesional y en 2014 finalmente ingresa al fútbol profesional y con ello se abre una nueva oportunidad para Almendares quien es llamado para incorporarse al club del megapuerto.
"Ahí hice hartos goles. Salí segundo mejor goleador del torneo con 24 goles en 26 partidos", comenta el atacante.
En Mejillones Ismael recibía un sueldo de 800 mil pesos y en ocasiones el presidente del club le entregaba un "bono" cuando se despachaba una buena factura de goles. "Era un trato que tenía con el presidente. Él venía y me decía: "Toma Ismael, lo has hecho bien". Ahí se hizo conocido como "El Drogba del megapuerto", ya que lucia el pelo largo y físicamente y técnicamente se parecía al atacante marfileño
Fue así como su olfato goleador despertó el interés de varios clubes de Primera B, entre ellos San Felipe, Unión La Calera y Rangers de Talca. Este último equipo terminó por fichando.
"En Rangers justo estaba como entrenador el 'Chifli' Rojas. Él tenía gente conocida en Mejillones como el fue entrenador del club, llegamos a una conversa y me fui para allá", comentó Almendares.
Pese a ganar un buen sueldo en su nuevo club (sobre los dos millones de pesos) y compartir camarín con jugadores experimentados como Cristián "La Nona" Muñoz, Bruno Romo, Ignacio Lara y José Luis Cabión, Ismael no consiguió la regularidad que quería en el equipo siendo relegado a la banca. Solo disputó dos partidos como titular en Rangers.
"Me faltaba la confianza del técnico. Como delantero yo quería jugar más minutos. Al final eso me terminó aburriendo", afirma el goleador.
Tras esa experiencia, probó suerte en Naval y Deportes Vallenar. En este último club le tocó vivir el polémico partido por la definición del ascenso de la Segunda División a Primera B, luego que ANFP decidió repetir la tanda de penales ante Melipilla.
Hoy Almendares volvió el fútbol amateur vistiendo los colores del club antofagastino Halcón del Oriente. El "Drogba del megapuerto" es el goleador del torneo de la Asociación de Fútbol de Antofagasta con 24 goles en 17 fechas.
Características
¿Crees que por tus condiciones podrías haber llegado más lejos en el profesionalismo?
-Creo que habría llegado más lejos si hubiese empezado desde más chico. Yo nunca hice juveniles o cadetes. Siempre tuve el fútbol de barrio. Lo que le gustaba al profe Jaime Carreño de mí era que jugaba en Mejillones, Santiago o donde fuera siempre de la misma manera.
Si los defensas me echaban la bronca yo también metía bronca. Cuando jugaba en el barrio me enfrentaba con delincuentes. Así es el barrio, muchas veces tuve que pelear.
¿Le pagaban cuando estuvo en Audax?
-Cuando necesitabas algo te ayudaban. Yo recién comencé a pedir plata a los 25 años cuando me sentí seguro de lo que valía en la cancha. La primera vez que cobre me pagaron 300 mil pesos por jugar el año entero. No era mucho porque igual tenía que trabajar y jugar el domingo.
¿A qué jugador admiras?
-Cristiano Ronaldo siempre me ha gustado. Pero siempre me he sentido caracterizado con Didier Drogba. Incluso todos me conocen como el "Drogba del megapuerto".
¿Dentro y fuera de la cancha, es un jugador disciplinado?
-Sí. La primera condición que yo le pongo a los clubes es irme con mi familia. Desde el primer día tengo que estar con ellos. La institución tiene que tenerme la casa lista y después negocio la plata.
¿Cuál ha sido la mayor alegría que le ha dado el fútbol?
-Fue cuando hice un gol en segunda división y mi hija mayor estaba de cumpleaños y no pude estar con ella porque me tocaba jugar. Antes de irme le dije que le regalaría un gol y justo ganamos 1-0.
¿Nunca se creyó el cuento del futbolista ostentoso?
-Nunca. Donde voy la gente siempre me reconoce la humildad que tengo. En el barrio cuando uno es bueno la gente te admira pero yo siempre he sido el mismo. Si hay un campeonato arriba en el cerro voy igual, no tengo problema de jugar en cancha de tierra, me gusta. Creo que eso es gracias a mi familia.
¿Tiene alguna cábala?
-Me gusta despedirme bien de mis dos hijas, su besito y entrar a la cancha.
¿Quién ha marcado tu carrera como futbolista?
-Donde llegué en el fútbol fue gracias al profe Jaime Carreño. Él siempre creyó en mi porque veía a un jugador con garra, cómo el siempre fue como jugador.
"Creo que habría llegado más lejos si hubiese empezado desde más chico. Yo nunca hice juveniles o cadetes"."
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