En menos de una semana, en tres eventos se mencionó y analizó este tema, como consecuencia de la aplicación de avances tecnológicos. Al comentar el Barómetro Regional de opinión, presentado en "El Mercurio de Antofagasta", se mencionaron las repercusiones sociales y económicas que tendrá el eventual despido de más de 1.700 trabajadores de Codelco por el cambio de explotación de rajo abierto a mina subterránea en Chuquicamata, por la automatización de varias funciones laborales, más otras tecnologías y sistemas operativos.
El Consejo Tripartito Regional de Usuarios de la Dirección del Trabajo de Antofagasta, en un seminario-foro analizó los "Desafíos para el mundo del trabajo de la tecnología, automatización, robotización y digitalización", con invitados internacionales por la celebración de los 30 años de la Central Unitaria de Trabajadores. Los expositores, dirigentes españoles, se centraron en la óptica sindical, en una mirada global, con la experiencia española y europea para enfrentar los efectos de la integración, las nuevas tecnologías, la aplicación de robots y la automatización, así como la digitalización, en la reducción de los actuales puestos laborales. Sugirieron actuar a tiempo, en forma coordinada, a nivel gubernamental -con políticas públicas, planes y programas específicos- pero también con plena participación empresarial, sindical y especialmente de universidades, institutos tecnológicos, colegios técnicos y todo el ámbito educativo. Esto es, para formar adecuada y oportunamente a los nuevos trabajadores y para que los actuales se reconviertan y puedan enfrentar los desafíos tecnológicos. En lo sindical, la experiencia es que no se puede actuar sólo desde el ámbito de cada empresa, sino por sectores o ramas productivas y de servicios.
El otro evento fue el seminario "Capital humano para la minería: panorama regional", basado en la quinta versión del estudio fuerza laboral de la gran minería para 2017-2026, cuyas conclusiones son más que preocupantes para nuestra región, que arriesga la eliminación de casi la mitad de los actuales puestos de trabajo de aquí a 20 años, porque la gran minería estará automatizada y digitalizada.
La modernización productiva y el avance cada vez más acelerado de las tecnologías generan cambios profundos, que deben ser captados y afrontados desde la educación, el gobierno, los trabajadores organizados y los propios empresarios, pero en una acción conjunta, para evitar futuros males mayores. Es de esperar que se actúe a tiempo, porque los casos -mina subterránea de Chuquicamata, por ejemplo- se están presentando ya y se multiplicarán.
Herman Cortés C.
Periodista