"No debe ponerse nervioso por el ejercicio militar de Chile, sino por la promesa que le hizo a su pueblo".
Roberto Ampuero — Canciller de Chile
"Denunciamos ejercicios militares entre Chile y EEUU en la región de Antofagasta".
Evo Morales
Presidente de Bolivia en Twitter
El alcalde de Antofagasta recibe el siguiente telegrama: "Moneda 27 de agosto de 1918. Me es grato comunicar a US que acabo de firmar decreto construcción obras ese puerto. Saludo a US. Juan Luis Sanfuentes, Presidente de la República". La noticia ha causado una enorme alegría en la ciudad.
Un informe acerca de las causas del alto contenido de arsénico en el agua potable, obtenida de los ríos Toconce y Hojalar, entregó la oficina regional de Investigaciones Geológicas. Según el análisis el problema se produce con las aguas subterráneas, que entran en contacto con rocas andesíticas recientes y sedimentos volcánicos.
Era su última gran noche en esta campaña. Hillary Clinton, la candidata que preparó durante años su carrera hacia la presidencia de Estados Unidos y que vio como un casi desconocido senador de Illinois le arrebataba su sueño, habló en la Convención Demócrata para pedir unidad en torno a Barack Obama. "Estoy orgullosa", dijo.
Nos decía la Sra. Marta Lagos, directora de Mori Chile Market Research International, que las encuestas descubren lo oculto. El tercer Barómetro Regional reveló cuánto desconfiamos los antofagastinos. Hace algunos años en un Te Deum, el cardenal Ricardo Ezzati se refirió a la "epidemia de desconfianza" en Chile. Cuando se derrumba un puente se buscan sus causas hasta llegar a las responsabilidades humanas. ¿Es así con el derrumbe del puente confianza? Coincidimos que es una crisis tremenda, urgente de resolverla.
No habrá sanación sin disposición de asumir el tratamiento por "ingrato" nos parezca. Dejar un vicio, una costumbre es cuesta arriba. Está instalada la creencia: "somos desconfiados". Hacemos pirámides de papeles y firmas que pide la burocracia. Se debió crear una Ley de Transparencia para cernir las corrupciones.
En entrevistas de televisión se ven "los minutos de confianza", también en reuniones de trabajo. ¡Para verdades hay un minuto! Aparejado de temores.
Tener fe, tenerse fe, creer en mi palabra, en tu palabra proviene de un "atisbo de certeza", "pruebo el agua con un dedo", sin el atisbo de certeza obvio que no salto. "Confiar es un valor en sí mismo": el niño da sus primeros pasos hacia los brazos que lo llaman, es el primer atisbo de confianza existencial que dará la pauta para todo el devenir humano.
Si oteamos la ruta que nos trajo las desconfianzas fue cuando empezamos a mirarnos como competidores, se nos infiltró aquello "de valerte por ti mismo", "escultor de tu destino". Principio valórico fundamental, pero nos enjaulamos en él y atrofiamos el otro lado "contigo soy más", y mucho más con "el nosotros". Tú existes porque fuiste concebido. ¿No es una ley "que el todo es mayor que la suma de sus partes? ¿Que el bien común es que todos "entren a la fiesta"? La ley del embudo centralista ¿no es anti democrática?
Confiar es ponerme y usar el termómetro de la consecuencia, de la honestidad que reconoce los errores, equivocaciones. Si en el sistema educativo se aprendiera a reconocer las propias falencias y fortalezas nuestra sociedad empezaría a recuperar la esperanza de sanarnos y mirarnos con ojos fraternos, de confianzas.
Pedro Aranda Astudillo
Académico universitario
En pleno desarrollo se encuentra la campaña que postula al escritor Hernán Rivera Letelier, al Premio Nacional de Literatura, una distinción bastante esquiva para las letras nortinas.
El copiapino Salvador Reyes y el taltalino Sady Zañartu, se encuentran entre los muy pocos autores distinguidos. La mayoría proviene del centro del país. Para muchos, se trata de un síntoma más del profundo centralismo del país, característica que incluso golpea a la cultura. Se trata de una posibilidad perfectamente posible.
Antofagasta, en particular, ha sido generosa en maestros de la palabra y la escritura. Andrés Sabella es el nombre más conocido, quizás el punto más alto; el doctor Antonio Rendic -Ivo Serge-, pero en la actualidad contamos con personalidades de renombre en la Academia Chilena de la Lengua. Antonio Skármeta, Osvaldo Maya Cortés, Sergio Gaytán Marambio y Patricia Bennett Ramírez, son nombres que encontramos en la centenaria organización.
Es indispensable ubicar a Rivera Letelier en este contexto, que es potente desde la reflexión y la belleza de las letras.
El antofagastino ha hecho carrera con la poesía, los cuentos, pero especialmente con la novela. Su paso por la Pampa fue fundacional y desde ese recuerdo ha retratado y puesto en valor a un espacio que ya no existe en lo físico, pero permanece en la palabra.
La capacidad de Rivera ha sido llevar estas historias a todo el mundo con enorme éxito. Se trata de uno de los chilenos más reconocidos a nivel planetario, detalle del cual el hombre de 68 años es consciente, pero que no ha interrumpido su modesta y llana existencia. Todos lo hemos visto compartiendo una palabra, entregando un testimonio, siempre lejos de la soberbia o el divismo.
El autor ha paseado el desierto chileno por el mundo, las vivencias, dolores, sueños y alegrías simples de una época irrepetible. Eso es un hecho y es fenomenal que por medio de las ficciones aquello se conozca en distintas culturas.
Rivera es un escritor del Norte y un gran embajador del país.