Alta tensión en la frontera norte de Bolivia con Brasil
AMAZONAS. Tráfico de drogas y armas pone en alerta a los dos países. Autoridades están reforzando los operativos en la zona para evitar futuros ataques.
El pasado 16 de junio se registró un asalto a un puesto militar en la frontera norte de Bolivia con Brasil, en una operación en la que se robó armamento y que dejó a un uniformado herido. Este es uno de los hechos delictuales que se han vuelto cada vez más comunes y que han provocado que se eleve la tensión en la zona limítrofe.
Ambos países comparten una frontera de 3.400 kilómetros por donde fluye un fuerte tráfico de armas, droga, madera, piedras semipreciosas, fauna y automóviles robados. Es escasamente poblada y está constituida mayormente por selvas y ríos de la cuenca del Amazonas.
En el último año ocurrieron en Bolivia varias acciones delictivas donde la policía local identificó la presencia de miembros del Primer Comando de la Capital (PCC) y del Comando Vermelho (CV) de Brasil en las que aparentemente fueron sustraídas armas de alto poder.
Según consignó el diario boliviano La Razón, el asalto del 16 de junio fue provocado por miembros del Comando Vermelho. Fue a la Capitanía Menor de Bruno Racua en la fronteriza Porvenir, en Pando. Unos siete atacantes hirieron con armas de fuego a un militar para luego huir con nueve fusiles AKT-56-2 más sus cargadores y cinco pistolas de dotación individual marca Taurus PT-24/7, además de dos cargadores.
El Gobierno boliviano decidió reforzar la seguridad en puestos militares fronterizos y además instruyó que se responda con disparos ante posibles nuevos intentos de atraco.
En tanto, policías y militares de Brasil realizan operaciones conjuntos en la frontera amazónica en procura de capturar a miembros de bandas criminales.