Crisis humanitaria en Venezuela
La situación económica y política del que fue el país más rico del continente es apremiante y está forzando a los países de la región a esfuerzos muy costosos. Entre el 2017 y lo que va del año migraron aproximadamente a Argentina 82 mil venezolanos; a Brasil aproximadamente 50 mil; a Colombia 800 mil; a Chile más de 160 mil; y a Perú 298.559, entre otras naciones.
El esperado triunfo del presidente venezolano Nicolás Maduro parecía algo tan cierto como que al día le sucede la noche. Por ello, varios gobiernos habían puesto su acento en el hecho de que no estaban las condiciones para un proceso con garantías básicas.
La situación de Venezuela es apremiante, no sólo por la pérdida de libertades; también, y especialmente, por el caótico presente. La falta de alimentos, comida y cuestiones básicas son una tragedia que está provocando impactos en esa sociedad y en todo el continente, por la cantidad de venezolanos que emigran cada día buscando mejores horizontes.
La destrucción de ese país es de una enorme magnitud. Hablamos de una nación que era la más rica de Latinoamérica hasta hace algunos años, pero que con sucesivos gobiernos alejados de la realidad, han minado buena parte de todo lo construido durante décadas.
Quizás la negación del problema por parte de Maduro sea una de las cuestiones más sorprendentes. Al respecto, Chile y los otros 13 países que integran el Grupo de Lima manifestaron su rechazo a las declaraciones del mandatario para quien no hay tal crisis migratoria.
Para distintas organizaciones internacionales, como para el Grupo de Lima, "el deterioro de la situación económica, social y humanitaria en Venezuela ha provocado en los últimos dos años un incremento masivo de la migración venezolana, impactando especialmente a los países de la región".
Entre el 2017 y lo que va del año migraron aproximadamente a Argentina 82 mil venezolanos; a Brasil aproximadamente 50 mil; a Colombia 800 mil; a Chile más de 160 mil; a México 65.784; a Panamá 65.415; y a Perú 298.559, entre otros.
El fenómeno ha generado una serie de retos para los países receptores en diferentes ámbitos como el humanitario y el de salud, incluyendo la desnutrición y la reaparición de enfermedades que se encontraban ya erradicadas o bajo control. Asimismo, las capacidades para brindar servicios básicos como el acceso a la educación y protección de la niñez, entre otros, enfrentan serios desafíos.
Un enorme drama humanitario.