C. Caldera y T. Miranda
Seis antofagastinas con más experiencia y destacada trayectoria en las distintas áreas en las que se desenvuelven entregaron su visión respecto al movimiento feminista, el cual ha tomado bastante fuerza en las últimas semanas.
Asimismo, las líderes locales abordaron las desigualdades de género desde sus propias experiencias, quienes en su mayoría reconocieron haber sido discriminadas en más de una ocasión, sobre todo durante su etapa universitaria.
Las profesionales valoraron el surgimiento de este movimiento, y a la vez creen que son necesarios, pues es la forma de conseguir que se avance en las demandas que por años han tenido las mujeres.
"Toda mi vida he luchado y he estado en marchas cuando hombres han matado mujeres. He estado anónimamente apoyando porque la lucha se empezó a dar en nuestras bisabuelas o abuelas", manifestó la presidenta de la Corporación Laureles, Patricia González.
La ingeniera civil química, Erika Grüttner, indicó que en su etapa universitaria sufrió mucha discriminación, pues antiguamente eran muy pocas las mujeres que ingresaban a estas carreras, y siempre se pensaba que las que estudiaban estas profesiones lo hacían para encontrar un marido.
Grüttner tenía muy buenas calificaciones, lo que le generaba que en más de una ocasión que sus compañeros pusieran en duda sus capacidades académicas, recuerda.
"A mí me iba muy bien en la universidad. No necesitaba ayuda ni apoyo de mis compañeros. Entonces había que ganarse el espacio, con mucha personalidad porque sino desaparecías", declaró.
Medidas
Esta semana, el Presidente Sebastián Piñera anunció doce medidas para avanzar en equidad de género, entre ellas, destacan la reforma al sistema de salud privado para terminar con las diferencias de precios en los planes de salud.
Además se pondrá máxima urgencia a los proyectos que sancionan la violencia en el pololeo, a establecer igualdad en la administración del patrimonio de la sociedad conyugal y garantizar el fuero maternal para las integrantes de las Fuerzas Armadas.
También se establecerá el derecho a sala cuna, cuyo costo será compartido entre todos los trabajadores.
Además se impulsará el término a la discriminación que impide que una mujer se vuelva a casar antes de 270 días tras la disolución del vínculo matrimonial.
Este fenómeno que ha cobrado fuerza a partir de denuncias de abusos y acosos sexuales en planteles universitarios, femicidios e inequidades de género en los ambientes laborales, lo que mantiene actualmente paralizados a decenas de casas de estudios en el país.
La Región de Antofagasta no es la excepción y en los últimos días al menos 14 carreras universitarias de los distintos planteles se han sumado a las tomas "feministas".
"Toda mi vida he luchado y he estado en marchas cuando hombres han matado mujeres. He estado anónimamente apoyando porque la lucha se empezó a dar en nuestras bisabuelas o abuelas".
Patricia González,, gerontóloga social"
"Si querías abrir una libreta de ahorro, tenías que pedirle permiso al marido" "Los profesores nos trataban a todos igual, no habían diferencias" "Me tocó estar en reuniones donde era la única mujer y me miraban raro"
La consultora familiar cree que para las mujeres ingresar al mercado laboral siempre ha sido más difícil. "Cuando yo estaba más joven, contrataban mujeres porque ya no habían más hombres que pudiesen reemplazar", dijo. También recuerda situaciones machistas que se daban hace 30 años, como que por ejemplo, los hombres vendían el patrimonio de las mujeres . "Y si querías pedir una libreta de ahorro, tenías que pedirle permiso al marido", indicó González, valora el movimiento feminista. "Yo creo que está bien que protesten, no encuentro que hagan escándalo. Las mujeres tenemos que estar en Chile con un paso más adelante. Cuando vas a Estados Unidos o Europa, los hombres son muy considerados con las mujeres". dijo.
La académica de la UCN, Georgina Mora, quien ingresó periodismo el año 1967, asegura que como universitaria no vivió diferencias de género. "Los profesores nos trataban a todos igual. Teníamos, por ejemplo, como docente a don Andrés Sabella, y él no hacía ninguna diferencia", indicó. La exdecana de la Facultad de Humanidades agrega que como funcionaria de la UCN, siempre ha existido igualdad de sueldos. Mora sí comenta que en otras carreras, como ingeniería se veía machismo. Respecto al movimiento feminista, lo ve difícil de resolver. "Cómo tú haces que la universidad haga los cambios que se piden, cuando esto es muy lento. Los protocolos son más rápidos, pero si hay este tipo de situaciones no se mejorarán de un día para otro", dijo.
La consejera regional, valora el movimiento feminista. "Las mujeres somos importantes para el desarrollo de un país. Nosotras nos hemos ganado un espacio. Tenemos el don de ser madres y somos especiales", declaró. La exalcaldesa agrega que las mujeres deben tener las mismas oportunidades y que merecen un espacio en todos los ámbitos. Frente a que si vivió alguna desigualdad de género, Berna indicó que su paso por los cargos públicos no fue fácil. "Me tocó varias veces estar en reuniones donde era la única mujer, y fue difícil porque muchas veces los hombres te miran raro. Por suerte, ya están más acostumbrados a vernos tratando temas importantes", indicó.
Patricia González,, gerontóloga social, Georgina Mora,, académica UCN, Sandra Berna,, consejera regional"
"Hemos demostrado por años que somos igual de merecedoras de los trabajos" "El paso por la universidad no fue fácil, había mucha discriminación" "Éramos sólo dos mujeres en la carrera, y había mucha discriminación"
Edith Reyes,, matrona"
La presidenta del voluntariado Acúname, considera que el movimiento feminista es positivo. "Tenemos que tener una igualdad frente a los hombres, pues por años hemos demostrado que somos tan merecedoras de los trabajos porque asumimos responsabilidades. No se entiende el trato entre una mujer y hombre. Siempre se nos consideró como segundo plano", declaró. Reyes asegura que cuando entró a la universidad la apoyaron mucho. "Mi profesión es netamente de mujer y hace unos 15 años empezó a incursionar el hombre, lo cual encuentro bueno", comentó.
Erika Grüttner,, ingeniera civil química"
Estudió en la exUniversidad Técnica del Estado (actual Usach), ingeniería civil química en 1969, cuando muy pocas mujeres ingresaban a estas carreras, por lo que vivió el machismo muy de cerca y en toda su etapa universitaria. "El paso por la universidad fue pesado, en términos de que los profesores lo mínimo que te decían es: '¿Qué estás haciendo aquí?, vienes sólo a buscar marido'. Los compañeros también discriminaban, si me sacaba buenas notas, no era por mis méritos académicos", señaló. Por este motivo, Grüttner valora las demandas del movimiento feminista. "Me parece bien y necesario. Yo me sorprendí que en Chile no hubiera una gran protesta cuando se discutió la Ley de Aborto. Y que las mujeres no salieran a las calles", expresó.
Gloria Valdés,, seremi de Cultura"
La periodista dice que si bien tuvo la suerte de tener a un padre que no era machista, pese a ser la única mujer de seis hermanos, sí ha presenciado diversas situaciones de desigualdad de género, como las diferencias de sueldos y la discriminación en las isapres. También cuando estudiaba pedagogía en matemáticas en la PUCV. "Solamente éramos dos mujeres, y había una discriminación muy fuerte. Los hombres se unían en contra de las mujeres", dijo. Frente al movimiento feminista, indicó que le parece bien que las mujeres luchen por sus derechos. Por ello, valora el anuncio de la agenda de género del Presidente Piñera. "Paso a paso se podrán cumplir sueños que las mujeres hemos tenido toda la vida", dijo.
2 planteles universitarios mantienen parte de sus facultades tomadas por los movimiento feministas en la ciudad, estos son la Universidad Católica del Norte y la Universidad de Antofagasta.
27 de abril se inició la primera paralización en la Universidad de Chile, en la Escuela de Derecho. Esto, tras una denuncia de acoso
150 mil asistentes sexual realizada en contra de un profesor.