Redacción
"En un momento todos en el campamento comenzaron a gritar, principalmente mujeres. Decían que se estaba quemando una carpa en frente y que había un bebe adentro. Me levanté y fui a ayudar, pero cuando crucé la calzada ya solo había una línea de fuego cuadrada en el suelo. Se había quemado todo".
Ese es parte del relato de un testigo de la tragedia ocurrida la madrugada del domingo, cuando un lactante gitano de nueve meses resultó quemado al incendiarse la carpa en la cual pernoctaba, en el sector norte de Antofagasta, muriendo horas después en los servicios de urgencia.
César fue uno de los gitanos que concurrió hasta la zona del incendio, y cuenta que muchos habitantes del campamento tenían poca comunicación con la pareja que vivía en la carpa siniestrada.
"Hace varios meses que en el campamento nos habíamos cambiado de posición (al costado norte de la explanada frente a Inacap) y tengo entendido que ellos también se trasladarían aquí. Pero hubo algunos dramas entre el papá del niño y otros que viven por aquí. Finalmente no se trasladaron y eran de los pocos que se encontraban instalados al otro lado de la calzada".
Incendio
Según cuentan algunos testigos, los padres habrían salido, dejando al menor solo en el campamento. Al interior habían velas encendidas sobre una mesa de hierro. Todo lo que posteriormente aconteció aún es materia de investigación, pero éstas podrían haber desencadenado la tragedia.
"La gente comenzó a gritar que se estaba quemando una carpa en frente de nosotros. Llegamos ahí tratando de ayudar pero era imposible. Una mujer intentó meterse entre el fuego a sacar al bebé pero no lo logró. Finalmente un tipo pudo hacerlo y dárselo a su mamá que había llegado hasta el lugar", sostuvo un testigo que no quiso dar su nombre.
Él mismo cuenta que después de lo ocurrido, cuando ya se supo que el menor había fallecido en la sala de urgencias del Hospital Regional, un grupo de gitanos las emprendió contra el padre.
"Lo golpearon con palos por permitir que le ocurriera eso al pequeñito. No fueron responsables y además tenían muchas cosas dentro de la carpa como para tenerla iluminada con velas. Algunos aquí también utilizan velas pero en sitios seguros. No la puedes tener sobre un mueble porque corres el riesgo que caiga y provoque un incendio, como el que pasó ayer", dijo.
Sitio
En el lugar de la tragedia aún quedan los vestigios calcinados de la carpa, en donde se puede apreciar los resortes de un colchón a metros del mueble de hierro, el cual aún tiene marcado en su superficie la base en donde se supone, estaban las velas.
"La madre del menor ahora está con nosotros en el campamento. La mujer está destrozada por lo ocurrido. Al menor lo están velando en el sector de Feria de las Pulgas. Perdieron a su hijo y también todas sus pertenencias", dijo César.
El fiscal de turno dispuso que la investigación la efectuase el Laboratorio de Criminalística (Labocar) de Carabineros para realizar las pericias del hecho y para determinar con precisión las circunstancias del fatal incendio.
Niño gitano atacado por perros
No es la primera vez que episodios como este afectan a la comunidad gitana en la región. En 2012 un hecho conmocionó a toda la opinión pública cuando se descubrió el 19 de octubre de ese año que un menor de dos años había sido mordido por una jauría de perros en la comuna de Sierra Gorda. Fue la misma madre quien se acercó a Carabineros a denunciar la desaparición de su hijo. Los efectivos iniciaron la búsqueda del menor junto con su madre hasta que a eso de las 10 de la mañana dan con su cadáver, el cual se encontraba a 80 metros del campamento, en un sector eriazo.