"¿Qué pasa con Antofagasta?
director
IPP-UCN
El Índice de Calidad de vida Urbana es un indicador sobre el que podríamos tener numerosas críticas sobre su metodología, pero que tiene la virtud de medir de manera sistemática el comportamiento de variables relacionadas con la calidad de la vida de quienes habitamos en ciudades. Las comunas de Calama y Antofagasta, son los centros incorporados en esta medición nacional, y si bien a Calama le va un poco mejor, llama poderosamente la atención el mediocre desempeño que afecta a la ciudad de Antofagasta. Una ciudad que concentra el 60% de la población regional.
¿Qué factores están impactando en el mediocre desempeño de la capital regional frente a otras ciudades? A mí entender son tres los impactos que están desmejorando nuestra posición en el ranking nacional. Por una parte, el desmejoramiento del ambiente de negocios y las condiciones laborales son el resultado de los ajustes cíclicos y estructurales de la actividad minera. Por otra parte, el desmejoramiento de la vivienda y el entorno, es un efecto de arrastre de déficit de políticas que tomará tiempo resolver.
A pesar de las críticas que afectan a esta medición, el resultado no es sorprendente. La ciudad, solo ha realizado tímidos esfuerzos de políticas públicas destinadas a diversificar sus actividades económicas, éstas siguen estrechamente vinculadas a la suerte de la actividad económica principal, y esta actitud pasa la cuenta. Tampoco es una sorpresa que ocupemos el tercer lugar a nivel nacional en el número de familias que viven actualmente en condiciones menos que precarias en lugares inhabitables.
El resultado, debiera ser una luz de alerta. Estas mezquinas cifras impactan o afectarán la toma de decisiones de inversiones, de localización de actividades o de residencia definitiva de empresas y personas. Es hora de realizar acciones más activas, que mejoren el entorno económico y urbano que deprimen a la capital regional.
Cristian
Rodríguez