Eugenio Sugg Gálvez
El Puerto de Antofagasta aparece como una de las zonas con mayor contaminación por polvo negro en el casco central. Así lo afirma una investigación desarrollada por científicos de la Universidad de Antofagasta (UA) y otras instituciones como el Colegio Médico, la cual fue publicada en la revista PeerJ y en la que establece que las concentraciones de arsénico, cobre y zinc, son probablemente las más elevadas del mundo.
Esta investigación tuvo como origen la base geológica de la ciudad y las muestras de polvo negro que fueron analizadas por distintas entidades (Colegio Médico e ISP en 2014 y 2016), y un ensayo de biodisponibilidad.
El equipo a cargo de la investigación fue dirigido por la Dra. en Ciencias mención Geología y académica de la Universidad Austral, Joseline Tapia, y participaron los doctores Cristina Dorador, Jorge Valdés, Rodrigo Orrego y Chris Harrod de la Universidad de Antofagasta, además de los profesionales Aliro Bolados y Andrei Tchernitchin del Colegio Médico.
"Para interpretar y analizar la variabilidad espacial y las posibles fuentes de contaminación, se estudiaron datos existentes de la geoquímica de rocas del basamento y del suelo de la ciudad, así como también datos de polvo de dominio público. Adicionalmente, se realizó un ensayo de bioaccesibilidad del polvo y se calcularon el consumo diario químico y el índice de peligrosidad en las cercanías del puerto", señala el estudio.
Elementos
Respecto de los principales resultados de esta investigación, Cristina Dorador explicó que la presencia de los elementos en el polvo, tales como bario, cobalto, cromo, manganeso, níquel y vanadio, podría relacionarse a rocas intrusivas, volcánicas, metamórficas, diques o suelos presentes en la ciudad, es decir, su concentración en polvo se puede explicar por la geología de la ciudad de Antofagasta.
Sin embargo, las concentraciones de arsénico, cadmio, cobre, molibdeno, plomo y zinc "no se producen en dichos afloramientos de rocas, por lo tanto, son considerados contaminantes antropogénicos (producto de la actividad humana)".
"Ese sin duda es el resultado más relevante, ya que solo se sabía -a través de los estudios del ISP y el Colegio Médico- que ese polvo negro que se deposita en la ciudad tenía concentraciones de metales pesados, pero no se había podido establecer el origen", aseguró.
Detalló que pudieron comprobar que hay un mayor enriquecimiento de estos metales en la zona aledaña al puerto, la cual se va empobreciendo a medida que se aleja del centro de la ciudad.
Comparado
Asimismo, destaca la comparación realizada con los polvos de otras ciudades como Santiago y algunas de China con gran presencia de industria y minería.
Según este estudio, las concentraciones de arsénico, cobre y zinc son las más altas registradas hasta el momento en polvo de ciudad en el mundo (239, 10,821, y 11,869 mg·kg-1, respectivamente). Mientras que al arsénico, plomo y cobre muestran alta bio-disponibilidad.
"Arsénico y cobre contribuyen a un riesgo elevado en niños y adultos expuestos de forma crónica al polvo de Antofagasta, en tanto, plomo se considera peligroso en cualquier concentración", se indicó en el informe.
Avances
Desde Antofagasta Terminal Internacional (ATI) -concesionaria del Frente de Atraque N° 2 del puerto- enfatizaron en que para abordar la presencia de material sedimentado es fundamental contar con un estudio de fuente que determine a ciencia cierta su origen.
"Solo de este modo se podrán tomar medidas efectivas que entreguen las certezas que la comunidad necesita", aseguraron.
Además, destacaron que al tomar la concesión modernizaron los procesos de transferencia de concentrados minerales, acabando con el acopio al aire libre, "contribuyendo a mejorar la situación medioambiental de Antofagasta, ciudad heredera de pasivos ambientales producto de diversas actividades ligadas a la minería y ademas la geología de la zona es un componente importante a considerar".
Finalmente, desde la compañía aseguraron que el puerto opera hoy con estándares muy superiores a los que había 10 años atrás.
El punto fue insistido por fuentes ligadas a la Empresa Portuaria de Antofagasta (EPA), las que insistieron que no hay nada nuevo en el estudio, ya que se trata de datos conocidos y publicitados hace años.
Se agregó que el estudio no reconoce los avances realizados en materia de transporte durante los últimos años, como la implementación de contenedores de volteo, operación de galpones presurizados y el mismo Acuerdo de Producción Limpia, entre otros.
Efectos sobre la población
El investigador de la Universidad de Antofagasta, Jorge Valdés, explicó que para tener un panorama certero respecto de los efectos que estos elementos han tenido en la población antofagastina es necesario otro estudio. "Necesitamos integrar los conocimientos que ya tenemos en un estudio que tenga una componente espacial mucho más definida -con distintos puntos de la ciudad- y también en términos temporales. Sobre eso poner la componente asociada a la salud humana, ya sabemos lo que hay y ahora tenemos que establecer los efectos y medidas de remediación", apreció.
profesionales de distintas áreas participaron en la investigación que comenzó en 2016. 6