Su último partido oficial con Club Deportes Antofagasta fue en la victoria por 3-0 ante la escuadra de Everton, bajo la conducción técnica del entonces DT albiceleste Fernando Vergara, el 10 de diciembre de 2016.
Desde entonces, el transandino Alejandro Delfino no ha sumado minutos junto al 11 estelar antofagastino, debido a una serie de lesiones que lo afectaron tanto a nivel físico como emocional, llevándolo -incluso- a pensar en dejar su pasión por el balompié.
Hoy, a más de un año de su primera intervención, y ya de regreso a los trabajos de entrenamiento, la situación del argentino va en ascenso.
Atrás quedaron las molestias y las inseguridades, hoy solo le pide a Dios que su tiempo fuera de los partidos oficiales, sea el menor posible.
Trabajos
¿Cómo te has sentido al reintegrarte a los trabajos de entrenamiento del primer equipo?
-Me he sentido muy contento de poder volver a entrenar con normalidad, y de compartir y experimentar de nuevo esa sensación, así que muy feliz de sentirme de nuevo bien físicamente, sin molestias. La verdad es que estoy muy contento por eso.
¿A qué atribuye el hecho de haber estado tanto tiempo fuera? ¿Lesión rebelde o mal diagnóstico?
-Creo que fue una mezcla de condicionantes y situaciones que fueron atentando contra la vuelta. El tema de la operación, que era bastante compleja. Me costó recuperarme, perdí mucha masa muscular y comencé a desgarrarme.
También me vi muy afectado en el aspecto sicológico, la ansiedad misma de volver a entrenar me jugó una mala pasada por querer estar antes de tiempo, y eso a la larga hacía que me lesionara de nuevo. Fueron momentos difíciles, para ser sincero, hubo momentos en que pensé dejar el fútbol. Fue bastante duro, pero gracias a Dios ya estoy entrenando y me siento muy bien de poder volver al trabajo.
¿Cómo evalúas la estrategia de juego del técnico Gerardo Ameli?
-La verdad, muy bien. Es un técnico muy cercano, que se preocupa, más allá de todo lo técnico y táctico, por el jugador. De cómo estás en el día a día, y la verdad es que para mí eso es muy importante.
Eso no garantiza que vayamos a tener éxito, pero creo que nos acerca un poco más a lo que queremos. El equipo lo viene haciendo muy bien, los resultados así también lo reflejan, esperamos seguir de la misma manera o mejorar.
De ganar el fin de semana (ante Everton) ya nos meteríamos en el pelotón de arriba, que es la idea.
Estadísticas
Antofagasta es uno de los equipos que más goles ha marcado durante el torneo en curso (10), a la altura de clubes como Colo Colo o la U. de Chile; pero también es uno de los más goleados (9) ¿Por qué se da esa situación?
-Eso sucede porque cuando uno arriesga y va en busca del arco rival, queda también un poco expuesto. Ahí se explicaría el por qué nos han hecho esos goles, pero a fin de cuentas, lo importante siempre será marcar más que el rival en cada partido.
¿Cómo sientes el grupo de trabajo que se formó este año?
-Muy bien, hay varios jugadores que llevan un tiempo prolongado en el plantel, se ha armado un buen grupo, la verdad es que es un placer venir a entrenar y jugar, hay un compromiso por parte de todos y eso es muy motivante.
¿Y la incorporación de los juveniles a los entrenamientos del primer equipo?
-Creo que a lo largo de estos años han salido muchos jugadores de la propia cantera, y la verdad es que esa es una situación que el resto del equipo ve muy bien, que se incorporen juveniles y se vayan probando con el primer equipo.
No hay que olvidar que el día de mañana esos juveniles pueden ser reales opciones para ayudar al equipo.
¿Qué opinas respecto al gran momento que viven jugadores formados en el CDA, como Ángelo Araos, Erick Pulgar y Marcos Bolados?
-Estamos muy felices por ellos, la verdad es que todos lo tienen muy merecidos también, han trabajado mucho para llegar al lugar donde están. Cuando uno ve que le va bien a grandes personas, como ellos, se pone muy feliz. El hecho de que haya un buen grupo, ayuda muchísimo para que a los talentos jóvenes, así como a ellos en su momento, y a los que están ahora, les pueda ir mejor, desarrollarse.
"Me vi muy afectado en el aspecto sicológico, la ansiedad misma de volver a entrenar me jugó una mala pasada por querer estar antes de tiempo, y eso a la larga hacía que me lesionara de nuevo. Fueron momentos difíciles"."